Operarios comenzaron a retirar hoy los restos que quedaron de la chimenea Fioravanti, la mole de 400 toneladas que marcaba el auge productivo que vivió Regina décadas atrás, a la vera de Ruta 22.
Un camión y una pala cargadora fueron las herramientas que usaron para remover las piezas fracturadas de la inmensa torre, que cayó el pasado 20 de enero, en medio de una fuerte polémica y ante el rechazo de muchos vecinos.
Estuvo en pie por 86 años y había sido declarada “monumento histórico”, como recuerdo de la primera planta tomatera de la localidad. La insistencia en un proyecto de loteo en el sector que ocupaba justificó para muchos, el desenlace.
Publicado en Diario "Río Negro", 8 de febrero de 2018.
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