jueves, 8 de febrero de 2018

LA CASA DE AL LADO...REMEDIOS DE ESCALADA AL 40.

LA CASA DE AL LADO...REMEDIOS DE ESCALADA AL 40
Que podemos encontrar como factor común entre una vivienda de principios de siglo, una estructura pionera en la elaboración de manufacturas y momentos históricos. 
En que en pleno desarrollo del siglo 21 pueden tener el mismo final…un montón de escombros y hierros que a la postre servirán seguramente de souvenir en alguna vitrina como símbolo de la victoria del avasallamiento del expansionismo inmobiliario por sobre aquello que nos representa y nos identifica. 
Muchas veces escuche a mi abuelo hacer referencia con dejos de nostalgia cuando pasaba por alguna vereda, a la existencia de tal o cual bar, almacén de ramos generales o hasta con gracia algún viejo piringundín en algún lugar en particular.
Lo que en realidad demostraba con esos ojos y esa mirada cabizbaja es que no estaba en desacuerdo con el crecimiento y el desarrollo como ciudad, sino por la falta de respeto y dejadez por sectores puntuales que marcan a una sociedad por más grande o chica que fuera.
“Ya va a llegar el tiempo de empezar a ver caer lugares que te marcaron y dejaron recuerdos imborrables” decía.
Capaz que la vehemencia y la creencia juvenil de que nunca llegaríamos a viejos me daba esos “aires” de grandeza, de ser perdurable en el tiempo…sin lugar a dudas una lucha que tiene un ganador cantado. Los años.
Hoy sin la chimenea de Fioravanti y viendo asustados cual podría ser la próxima víctima del mercado inmobiliario vemos como nuestra propiedad vecina de la familia Perazzoli parece tener certificado de defunción.
Así es, la vieja casona de la calle Remedios de Escalada al 40 corre riesgo, y muy serio, porque es antigua ignorando su histórica resistencia.
Entrar en ella es como acercarse a una especie de túnel del tiempo donde las fotografías desgastadas de gente que hoy no está, los muebles malolientes, la vitrina que guarda recuerdos olvidados y su estructura de características únicas nos invitan a cerrar los ojos y viajar a través de experiencias extrasensoriales hasta la década del 30.
A esta casa no entra mucha gente, solo uno de los propietarios, integrante de la familia quien busca que la hierba no haga su laborioso trabajo de abrazar la casa como intentando engullirla. 
Caminando por el barrio un vecino se me acerca y con un “che pibe” intenta entablar ese primer contacto, fortuito quizás y el cual me acerca un poco más a la historia de esa vieja pero rica casona.
Allí parados en medio de la Remedios de Escalada me cuenta que una de las primeras casas de la villa era la de Ferdinando Ferravante. Agente por esas épocas contratado de la C.I.A.C (Compañía Ítalo Argentina de Colonización) quien contactaba a las familias en Italia para de alguna manera facilitarle la llegada al valle y también promocionaba a la empresa.
Foto del libro "Las Historias que nos unen"
de Silvia Zanini. (El Reginense - Soy Reginense).

Ese estilo característico de la casa europea de la época fue el que ganó por esos primeros años mucho terreno en la Colonia Regina Paccini de Alvear y marcó una época de esplendor para aquellos primeros gringos.
Antes de dejarme seguir este vecino me recalca que para tener real dimensión de lo que significa esa casa tendría que saber que los Perazzoli fueron de los primeros pobladores de Villa Regina lo que me da la certeza de que realmente estamos ante un monumento histórico con todas las letras. 
Cada mañana recorro el barrio por mi tarea laboral y cuando paso frente a esa vieja casona me pregunto si hago bien en comenzar a temerle al paso del tiempo. En parte por la mella que hace en nuestra humanidad, pero lo que más intriga me da es saber cuándo llegará ese momento en el que el poco interés en preservar lugares que nos identifican y marcan nuestra idiosincrasia nos lleven a seguir dejando sin parte de su historia a Villa Regina.
Fuente de información é imágenes (salvo la indicada) pertenecen a la Cooperativa de Trabajo LU 16 RADIO RÍO NEGRO Ltda.

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