Cinco años es lo que demoró en hacerse realidad un proyecto que durante casi 15 años fueron acunando sus creadores y que en el próximo mes abrirá sus puertas con el objetivo de captar al turista de paso pero fundamentalmente para ofrecer a los reginense un espacio para el relax.
Una vieja casona, construida hace casi 45 años y que prácticamente nunca fue habitada, se fue transformando en un hotel que está totalmente ambientado pensando en el entorno de Villa Regina, las chacras, las bardas y el río, y pensando también en los nativos de esta tierra y en quienes más tarde vinieron a colonizarla.
El proyecto nació como una idea de Alejandro Carulla y su esposa Viviana Bertoldi, aprovechando una vieja casona ubicada a la vera de la Ruta 22, entre el galpón de empaque de la firma Moño Azul y el resguardo aduanero y fitosanitario de esta ciudad.
"Nosotros vivimos mucho tiempo en una chacra lindera y siempre mirábamos esta casa pensando en el proyecto de poner un hotel", comentó Viviana Bertoldi.
La emprendedora indicó que la idea surgió hace 15 años atrás, aunque recién hace cinco pudieron lograr la compra de este espacio bordeado por chacras que le dan una vista especial a quien se aloje en sus habitaciones.
"Este es un emprendimiento familiar, por eso todo se fue haciendo con los recursos que íbamos disponiendo, poniendo mucho trabajo de nuestra parte y de un grupo de colaboradores", señaló.
El hotel, que tendrá por nombre "La Esmeralda", cuenta con diez habitaciones, cada una de ellas ambientada teniendo como base la producción frutícola. Así, se encuentran la habitación de la pera Williams, de la manzana Red, de la Granny, de la pera Packam's y de la vitivinicultura, a las que se suman la habitación ambientada en homenaje al río Negro y la meseta patagónica. Otra habitación tendrá de nombre Comahue, como forma de rescatar a los pobladores originarios, y otra, estará ambientada en la colonia y la llegada de los inmigrantes.
A esto se sumará un spa dirigido a terapias para la relajación de los pasajeros, en los que se utilizarán productos naturales elaborados a partir de la producción regional.
El lugar cuenta además con un restaurante ambientado en la década del 70, dos salones de usos múltiples, y una pileta con tres áreas para disfrutar del espacio.
Sobre el ingreso al hotel, aprovechando una vieja casilla del ferrocarril, se ubicará un centro de información turística, exposición y venta de artículos regionales.
"La propuesta tiene dos facetas, por un lado la intención de poder atraer al turista de paso con un ambiente natural que resulta muy llamativo, pero especialmente pensado para los reginenses que quieran poder disfrutar de un espacio donde relajarse", define Bertoldi.
Fuente de información e imagen: Suplemento 88° Aniversario de Villa Regina del Diario "Río Negro", 7 de noviembre de 2012.
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