martes, 19 de febrero de 2019

La culpa es del periodismo.

Para los integrantes del bloque del Frente para la Victoria de la legislatura de Río Negro, el gobernador Alberto Weretilneck se presenta nuevamente para ser reelecto por culpa de los medios y los periodistas.
 Alejandro Marinao y Luis Albrieu como presidente y vicepresidente del bloque firman un comunicado que expresa textualmente  que “los periodistas cargan con una responsabilidad civil enorme, por lo que les pedimos que sean responsables también al momento de analizar el tema”. Agregan que los medios por “generosas pautas publicitarias, abonadas con dinero de los impuestos,  tienden a naturalizar el quebranto de la ley y la burla de la Constitución”.
Por lo general la política tiende a buscar en los medios el chivo expiatorio de sus propias y severas falencias.  Desde el oficialismo o desde la oposición indefectiblemente en algún momento,  los medios molestan o desinforman o toman partido, y es posible que así suceda, pero de ninguna manera se debe generalizar.
Hoy en día con la existencia de internet y de las redes sociales ya esta frase de algunos políticos endilgando culpas a los medios es arcaica y hasta espeluznante.
En tiempos como los actuales responsabilizar a los medios no es solo un error político, sino que también es  obrar de la mala fe, es sacarse la responsabilidad de encima, es buscar argumentos facilistas para tapar sus propias ineptitudes.
Cuando se ejerce el cargo de legislador o se lidera un partido de la oposición se tienen, si se las sabe utilizar, herramientas sumamente poderosas para hacer cumplir la ley o los preceptos constitucionales o al menos convencer al electorado que tienen la razón.
La responsabilidad civil de un legislador es mucho mas “enorme” que la de un periodista o un medio.
Un legislador es un servidor público o funcionario que tiene la facultad de dictar y modificar leyes. Debe encargarse de la regulación de los derechos y de las responsabilidades de los ciudadanos, de acuerdo a lo establecido por la Constitución.
De más esta recordar que en algún momento de su actividad política estos señores son o fueron oficialismo y pagaron pautas publicitarias y llamaron a algún periodista con algún pedido especial, y en todo caso también estaban, como ellos dicen corrompiendo el sistema.
Desde nuestro punto de vista, que el principal partido de la oposición en Río Negro utilice estas infelices expresiones para eludir sus propias responsabilidades, es por lo menos una muestra de sus debilidades o de su falta de capacidad para defender una posición o argumentar a su favor en una acción que, en todo caso, debería resolver la política o la justicia, pero jamás los medios de comunicación.
Finalmente decir, que subyace en las expresiones de los integrantes del bloque del FpV, un manto de intolerancia y vocación totalitaria y lo más grave aún, una flagrante subestimación de la capacidad de los hombres y mujeres de Río Negro.  

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