Ante la negativa de la jueza Paola Santarelli de dar lugar a la medida de amparo presentada por los concejales, se prosiguió con las tareas de derribo de la chimenea Fioravanti en Regina.
En medio del operativo de seguridad para evitar daños se cumplió con la polémica intención de los responsables del loteo que pretenden habilitar en ese sector. Alrededor de las 17.15 de hoy, la histórica estructura quedó reducida a escombros en el suelo.
El golpe contra el piso generó un leve temblor, y el polvo en suspensión con la huida de los pájaros marcó el desenlace, esperado por algunos, rechazado por otros.
Anecdótico fue el efecto en el cuerpo de quienes trabajaban en la obra, quequedaron teñidos de un intenso color negro, de pies a cabeza, producto del hollín que la torre aún tenía en su interior.
Desde las 16.30 y hasta después de la caída permaneció cortado el tránsito en la Ruta 22 a la altura del lugar, que contó con la presencia de Bomberos y personal de Defensa Civil.
Ayer, cerca de las 19 horas, en medio de un clima de tensión, vecinos y concejales municipales paralizaron la demolición , después de haber presentado un amparo pidiendo el cese de las tareas en el predio.
En el escrito hacían referencia a la ordenanza que declaró “monumento histórico” en 2006 a esta construcción de cemento de 43 metros de altura y 400 toneladas de peso.
Publicado en Diario "Río Negro", sábado 20 de Enero de 2018. Fotos: Néstor Salas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario