La chimenea Fioravanti cayó derrumbada por la acción del hombre, este sábado, en Villa Regina. La misma sociedad humana que la construyó se encargó de destruirla. No bastó que hubiera sido declarada monumento histórico en 2006. Sus 43 metros de altura y 400 toneladas de peso quedaron reducidos a escombros en el piso.
El derrumbe fue poco después de las 17 de este sábado, tras constatarse que la jueza Paola Santarelli no había dado lugar a la presentación de último momento, pidiendo clemencia, que habían elevado los concejales de la localidad rionegrina.
En el lugar se hará un loteo, que ya había avanzado. Según se había informado, el titular del predio donde estaba la vieja chimenea había puesto en venta los espacios, a pesar de la presencia de la vieja estructura y aunque no había proyectos de urbanización para ese sector.
Quedará en el olvido aquella fábrica de conservas, la primera que hubo en Villa Regina. El mismo olvido que está sepultando buena parte de la actividad productiva valletana.
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