Alberto Weretilneck
La derrota de Juntos debilitó su imagen política y jaqueó su
proyecto de reforma constitucional, que generaría una puerta para un nuevo
mandato. En octubre juega la carta definitiva. Su gobierno está adormecido y le
cuesta reaccionar. Incrementó su desconfianza, con un sesgo mayor hacia el ala
peronista. El resultado de las Primarias le significó un golpe directo y es el
forzado segundo lugar en su ciudad, Cipolletti. Rediseña la estrategia
provincial, liberándose de la cuestionada la planta nuclear y continuando con
exigencias a la estructura y sus funcionarios, aletargados en la campaña de
agosto.
Pedro Pesatti
El cuarto lugar de Viedma potenció su caída
electoral y su proyección para el 2019. Asoma una fisura con Weretilneck porque
el vice lideró la presión para prohibir el asentamiento de la central nuclear.
Otros elementos ya habian generado cierto malestar en el gobernador, como que
Pesatti no quiso ser candidato y que vacacionó dos semanas en plena campaña. Al
vice le molesta cómo se permite que el entorno de Weretilneck lo erosione y,
también que se lo aparte de ciertos diseños centrales.
Palmieri y legisladores
Alejandro Palmieri quedó seriamente dañado. Ya se le
cuestionaba internamente haber renegado de candidatearse y se le sumó que
Juntos quedó cuarto en Roca, lejos de los deseos originales. Esa misma pobre
posición se repitió en Viedma, afectando a Facundo López, a pesar que su
vínculo con Weretilneck se mantiene inmodificable. Todos perdieron, pero los
legisladores más averiados son los de Bariloche -Arabela Carrera, Alfredo
Martín, Leandro Lescano y Mariana Domiguez. Hay contrastes: la roquense Tania
Lastra está sospechada y apartada del núcleo del poder mientras que Ricardo
Arroyo volvió al diálogo con el gobernador.
Carlos Valeri y los ministros
El resultado lo puso en crísis, pero Weretilneck -por ahora-
confirmó a todos. Por los resultados, los más afectados: Carlos Valeri y Luis
Di Giacomo. Ambos salieron cuartos en sus municipios, a pesar que no les
faltaron recursos. Lo más decorosos: Fabian Galli y Mónica Silva. El primero
venció en Cordero -cuya ponderación se agiganta por el desastre general- y la
ministra venció en Beltran, logrando una derrota decorosa en Choele Choel. La
campaña y la elección de octubre delineará -finalmente- cada futuro
ministerial.
Genuso e intendentes
El barilochense Gustavo Gennuso fue el más estropeado y el
vínculo de ellos con Weretilneck pasa el peor momento después que culparon al
gobierno del resultado. La mayoría quiere su reelección en el 2019. El
reginense Daniel Fioretti emprendió otro camino, pues su viaje a Viedma no
alcanzó para mejorar el trato con el gobernador y todo se agravó con la amenaza
-vía Wathsapp- de la legisladora Silvia Morales. Mirada atenta de los públicos
aliados radicales. Mabel Yahuar ratificó su respaldo pero -por ahora- nada más,
y Hugo Funes recalcula y llama a sus referentes radicales.
Iud, legisladores e intendentes
La oleada de victorias del FpV reposicionó a diputados y a
dirigentes locales. En Bariloche, apuntaló a Ramon Chiocconi y Maru Martini, en
Regina a Luis Albreiu y en Cipolletti al aliado frentista Marcelo Mango. En
Viedma, un reducto pichettista, afianzó a la presidenta del bloque de
concejales, Evelyn Rossiot. También, sus triunfos territoriales reafirmaron a
Javier Iud en San Antonio, a Alejandro Marinao en Linea Sur, Ariel Rivero en
Valle Oeste, entre otros. Los intendentes que salieron bien parados fueron Luis
Ojeda (SAO), Alejandra Mas (Conesa) y Sergio Hernandez (Lamarque).
María Emilia Soria
Su reelección -con un buen respaldo electoral- asentaría su
andar hacia la intendencia de Roca en el 2019, considerando que su hermano,
Martín, no puede intentar otro mandato. Esa proyección derivaría en otro
ingreso en Diputados con el ascenso del edil barilochense Ramón Chicconi o del
presidente del Concejo Deliberante de Choele Choel, Sebastian Altamiranda,
según corresponda por lo que inicialmente surjan electos de las generales de
octubre.
Martín Soria
El intendente roquense Martín Soria recogió ganancias suyas
y ajenas. La ventaja de agosto -que resta confirmar en octubre- permitiría
cimentar su plan gubernamental para el 2019. Por ahora, el triunfo generó más
alineación interna que externa. Ciertos sectores reacios a Soria se reubicaron
y festejaron, a pesar que algunos expresaban gestos de incomodidad. Su
reclusión no permite detectar sus referentes regionales, salvo sus delfines
legislativos liderados por Nicolas Rochas. “Son todos jovenes y, por eso, se
creó la Liga de Concejales”, confiensan cerca del roquense
Magdalena Odarda
El esfuerzo de la senadora se focalizará en sostener -por lo
menos- el caudal de agosto, que bien apetecen Juntos y Cambiemos. Se desvaneció
una bandera de campaña: la central nuclear. Quedó, además, atrapada en la polarización.
Su cuarto lugar la aparta de una construcción propia para el 2019. Su fuerza
-hoy aislada- deberá volver sobre alianzas después del fracaso de la sociedad
con los radicales disidentes -encabezados por Bautista Mendioroz- y el reciente
quiebre del Frente Progresista con el socialismo.
Sergio Wisky
El diputado recibió un espaldarazo propio con el segundo
lugar de Cambiemos. Tras un inicio distanciado, Wisky aceptó marchar con la
dirigencia de la UCR y, en especial, con su presidente, Dario Berardi. Se prevé
que esa comunión pueda replicarse debajo para octubre. Algunos jefes comunales
revisan prioridades y piensan en el armado de la lista legislativa del 2019. En
igual sentido, con el crecimiento, el Pro y UCR se ilusiona con la discusión gubernamental
y en Casa Rosada ubica entonces al macrista Wisky para esa misión.
Publicado en Diario "Río Negro", 28/08/2017.-
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