La “Chimenea de Fioravanti” como todos los vecinos de Villa
Regina la conocen, fue levantada en 1932 –ocho años después del nacimiento de
la Colonia Regina– cuando se construyó la primera fábrica de conservas de
tomates, a partir de un proyecto de la sociedad anónima Torrigiani y Bagliani,
formado por los Sres. Roberto Lanusse, Ernesto Aguirre, Dino Piazza, Felipe
Bonoli, Carlos J. Botto, Mario Carnero, Juan Riddel, Genesio Perazzo, Saverio
Mazzacurati y Juan M. Reyna, quienes ya
tenían emprendimientos similares en otros puntos del país: dos funcionaban en
Colonia Alvear (Mendoza), una en las proximidades de Quilmes (Bs. As.) y otra
en San Pedro (Jujuy).
La construcción fue hecha en 1932 por el Sr. Martignone y la
primera elaboración de conservas se realizó en 1933, utilizándose 2.500.000
kgs. de tomate.
Aproximadamente hacia 1943 la fábrica fue vendida a la firma
Fioravanti y Cía que la explotó durante varias décadas.
En los últimos tiempos pasó a propiedad del Sr. Miguel
Fernández y finalmente a la empresa Servicios Vertúa S.A. quien utiliza sus
instalaciones como depósito de materiales, maquinaria y automotores, entre
otras cosas, hasta que el año pasado
decidió demoler todo el edificio y solo dejar en pie la chimenea.
La “Chimenea de Fioravanti” fue declarada Monumento
Histórico por la Ordenanza 086/06 sancionada por el Concejo Deliberante el 14
de agosto de 2006.
La “Chimenea de Fioravanti”, es un elemento de gran valor
arquitectónico e identitario para nuestra localidad. Con sus 43,50 metros de
altura simboliza el quehacer comunitario de Villa Regina.
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