Más de 600 rionegrinos que fueron detectados en distintos controles de tránsito de la provincia están obligados a realizar las respectivas transferencias de sus vehículos.
No tenían a su nombre la cédula de identidad del automotor que desde el 31 de mayo es una exigencia en Río Negro junto al carnet de conducir y el seguro. En todos los controles de tránsito la falta de esa cédula a nombre del conductor del vehículo es motivo de secuestro de ese documento, lo que implica la prohibición de circular con ese rodado hasta tanto se regularice el trámite de la respectiva trasferencia.
En ese marco de exigencia a los conductores, el jefe del departamento de Sustracción Automotor de la Policía de Río Negro, el comisario inspector Juan Ramón Fernández, detalló que suman 653 las cédulas de identidad del automotor (cédula verde) secuestradas, desde fines de mayo hasta el momento, por no estar a nombre de quienes conducían los vehículos. “Al ser retenidas queda prohibida la circulación de esa persona en ese rodado hasta que regularice la documentación que certifique debidamente la propiedad”, sostuvo.
Agregó que también ha sido secuestrado el vehículo en el caso de personas que han transgredido la normativa e igual han seguido circulando sin la cédula de identidad del automotor y sólo con el título. Por lo menos un caso de esos fue detectado, generando el secuestro del rodado.
En este sentido, Fernández enfatizó que la Ley Nacional de Tránsito permite la circulación únicamente con esa cédula. Aclaró que conducir con esa documentación a nombre de otra persona es un gran riesgo para quien dejó de ser el propietario del vehículo, al margen que esté prohibido. El objetivo es que se realice la trasferencia para lo cual la Ley otorga un plazo hasta de tres meses después de la compra con lo que se considera regularizada la documentación del vehículo.
Publicado en Diario "Río Negro", 26//08/2017.-
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