jueves, 24 de agosto de 2017

Pase a planta; el huevo de la serpiente.

El huevo de la serpiente no puede reprocharse a esta gestión, al contrario nadie podrá decir que nos hemos cruzado de brazos al contrario por todos los medios hemos intentado mitigar y solucionar el pase a planta del concurso anterior gestión.
En estos días han salido, por todos los medios locales, distintas voces y opiniones referidas al caso judicial Pinilla (por el pase a planta de los empleados del concurso del año 2015) haciéndose sentir distintas opiniones y comentarios en las que se atribuye una cantidad de irregularidades a esta gestión rayana en pseudo comisión de delitos.
Necesariamente de un estado republicano en el que el juego de las potestades políticas gubernamentales se impone su análisis serio, con el único fin de poner en conocimiento de los vecinos de nuestra ciudad la realidad de los hechos acontecidos, que aparecen manifiestamente tergiversados por los distintos operadores políticos y funcionales.
De las repercusiones del aludido fallo debemos considerar cuál ha sido, desde lo político-institucional, su génesis para luego dar un parecer técnico que permita extraer las conclusiones lógicas del caso.
Para esto vale la pena no perder su rumbo norte, es decir determinar cuál es el origen de toda esta situación del pase a planta “diseñado” en la gestión Albrieu y cuyo móvil encontró amparo en la arquitectura jurídica ejecutada por sus mentores con la anuencia del espectro político partidista.
Desde un inicio, y aun antes de asumir, la gestión fuimos críticos de los mecanismo empleado en ese concurso colmado de arbitrariedades, amiguismos, clientelismo y demagogia, mecanismos propios de la vieja política (cuyo mascarón de proa ha sido la matriz nacional kirchnerista, ejemplos tristemente palpables en todos los organismo públicos capitalizados por 12 años de gobierno nacional -p.ej. Ministerios, Entes, Hospitales etc.- y aquí comunal).
En esa tarea se procuró pasar a planta 96 obrero sin tener en cuenta el impacto y repercusión que en las arcas del erario público iba a implicar; ello sin entrar a considerar la aparición de exámenes sin corregir, viejos, faltantes, sin resguardo de autoridad etc. etc.
Para ello se trató de evitar mayúsculos perjuicios a la gestión emprendida con un enfoque encaminado a tratar de anular todo el mecanismo pase planta adoptado, lo que no pudo lograr su cometido.
Así a mediados del año 2016 optamos por dar un giro absolutamente distinto en pos de evitar males mayores con una discusión que podría haber llevado años de juicio, dejando de seguro las consecuencias de su resultado a la posterior gestión.
Por lo tanto, para evitar un mal mayor por todos los medios y en forma pública brindamos tranquilidad a los agentes públicos involucrados: convalidando su pase a planta. Repárese en ello que no fue una cuestión banal sino por el contrario ese nuevo cariz lo fue en pos de mejorar las cosas y brindar seguridad a los agentes.
Con lo cual al amparo del curso de la causa judicial laboral Pinilla a mediados 2016 el tribunal dicta medida cautelar, por la cual ordenaba retrotraer todo los efectos del concurso al 19/2/16.
En vista a ello dispusimos convalidar el pase a planta pero dejando pendiente sus efectos cuando al momento que lo dispusiera la sentencia final.
Para ese fin no tratamos de obstruir con malas prácticas, ni embarrar más las actuaciones judiciales, sino que nos presentamos diciendo que la cuestión devenía “abstracta” ya que habíamos convalidado el pase de los 95 agentes, sólo restaba considerar el cómo y la forma de su instrumentación. Así con lógica y justa razón avizorábamos, que la sentencia sería para futuro y no con alcance retroactivo al 1/3/2016.
Pero el fallo señaló que su alcance es retroactivo a aquella fecha. Con lo cual ahora cabe preguntarse ¿qué hubiese pasado si el fallo hubiese dicho que el pase se consume a partir del momento de esta sentencia ante la medida cautelar dictada con anterioridad? Las voces hubiese sido distintas y no descarnadas como son.
Es de esta forma que se impone hacer una lectura sana de las consecuencias del fallo del jueves pasado sin caer en sofismas y argumentos artificiosos.
Véase que el fallo pone en palabras lo que habíamos dicho que la cuestión devenía “abstracta” (vaga-inocua) puesto que habíamos convalidado el pase a planta de los obreros, es decir que la sentencia no hizo más que decir lo que habíamos considerado el año pasado (vid medios locales).
Pues bien, luego de este preludio resulta un error de concepto central pensar es este Intendente quién generó o gestó este pase y sus consecuencias económicas.
No es eso correcto ya que el municipio, sea el Intendente que fuere, igual debía asumir de todas forma este pase planta; aún en el caso que nos hubiésemos cruzado de brazos sin hacer nada mirando al costado. Dicha carga económica hubiese existido igual siendo absorbida por la gestión contigua con las consecuencias económicas del costo laboral.
En ese tren de ideas la actuación de esta gestión tuvo en cuenta el móvil valioso de tratar de evitar mayores consecuencias protegiendo la economía comunal.
Y en esto nadie puede ser ingenuo en suponer que esto es consecuencia de un acto político del gobierno actual, por el contrario esto es un acto de la anterior gestión que, siempre se trató de desactivarse de la forma más gradual posible como lo haremos en futuro presupuesto.
Por ello estemos alertas que el huevo de la serpiente no puede reprocharse a esta gestión, al contrario nadie podrá decir que nos hemos cruzado de brazos al contrario por todos los medios hemos intentado mitigar y solucionar el pase a planta del concurso anterior gestión.
Si en base a este contexto llevamos adelante una estimación o juicio de valor político y jurídico del pase entre ambos gobiernos Albrieu / Fioretti, no pueden caber dudas que ha sido responsabilidad de la anterior y no de la actual gestión ya que en esta se ha tratado de mitigar tremenda situación de la cual su génesis fue heredada.
De allí que lo que choca a los ojos es tener que afrontar las consecuencias económicas de la política de la anterior gestión que tuvo la más brillante idea que gestar un pase a planta con efectos hacia futuro a la gestión entrante. Faena en la cual nos hemos abocado a tratar de mitigar en forma ordenada, consensuada, por los medios y mecanismos institucionales que corresponden.
A todo aquél que analice estos hechos no debe perder de vista, en su propio enfoque de sinceridad y discernimiento, que no hubo en todo este mecanismo un solo acto de arbitrariedad, ilegitimidad o despotismo. Por el contrario siempre tuvimos en vista los superiores intereses comunales a través de un obrar en procura de lograr transparencia y regularidad a quienes dejaron el huevo de la serpiente: mensaje propio del nepotismo que tiñe a varios personajes de  la vieja política.

Daniel Hugo Fioretti
Intendente de Villa Regina

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