El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aconsejó a quienes compren pescado para Semana Santa que se aseguren de que sea “fresco” y que lo consuman “bien cocido” para evitar intoxicaciones.
“Adquiéralos en comercios, nunca en la vía pública. Las temperaturas de cámaras y freezers deben estar dentro de los niveles exigidos”, recordó el Senasa en un comunicado, y explicó que los pescados y mariscos en exposición “deben contar con abundante hielo en escamas y agradable aroma a mar”.
El organismo detalló que el pescado enfriado debe tener las branquias rojas, las escamas bien adheridas al cuerpo y brillantes y que la carne debe ser firme y no ceder a la presión del dedo, mientras que los ojos del pescado fresco entero deben ser brillantes.
Asimismo, los camarones y langostinos no deben presentar manchas negras u olor desagradable, ya que son signos de deterioro.
Los calamares, en tanto, deben presentar una piel lisa, suave y húmeda, sin manchas sanguinolentas o extrañas a la especie, sus ojos deben ser vivos, brillantes y salientes y su musculatura consistente y elástica.
“Es preferible consumir los pescados bien cocidos, especialmente aquellas personas más susceptibles como embarazadas, niños, ancianos e inmunosuprimidos”, precisó el Senasa, que recordó que “puede conservarse de uno a dos días en heladera y hasta tres meses en freezer”.
Por último, se debe “evitar descongelar y volver a congelar los pescados y mariscos” y al descongelarlos “no hay que hacerlo a temperatura ambiente”, agregó.
“Una vez preparado, se debe consumir el alimento lo antes posible”, concluyó el organismo.
Publicado en Diario "Río Negro", 28/03/2018.
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