El ritmo de trabajo no es similar al que se tenía hace algunos meses atrás, pero las obras de ampliación a cuatro carriles de la Ruta 22, en el tramo ubicado al este de Roca, avanzan y ya están en las puertas de Cervantes.
En esa zona se concentra la actividad, puntualmente entre General Enrique Godoy y Cervantes.
En lo que hace a la ampliación a cuatro carriles de circulación, en gran medida la obra ya se encuentra prácticamente terminada, por lo que las tareas se concentran en la terminación de los pasos elevados que la ruta tendrá cada tres kilómetros y que en todos los casos coinciden con los ingresos principales a Godoy, Ingeniero Huergo y Mainqué.
De los cinco pasos elevados, uno ya se encuentra habilitado de hace casi un año, mientras que en los otros tres en las últimas semanas se completaron las obras de pavimentación de los carriles para la circulación de vehículos, sólo falta la pavimentación de las áreas de banquina y la construcción de los bloques de hormigón denominados New Jersey, que servirán como barandales y divisores hacia las calles colectoras.
El más largo de los puentes, que tiene más de 700 metros de extensión y que pasará sobre el canal principal de riego, en tres puentes, entre Huergo y Godoy, aún se encuentra en obra con la consolidación de los terraplenes de acceso, los pilotes y bases que sostendrán las vigas que darán forma al paso elevado de la ruta.
A lo largo de este tramo se pueden observar cuadrillas de obreros de unas 10 personas aproximadamente cada una, realizando diversas tareas en distintos sectores. La intensidad de las obras es diferente al que se podía ver hace algunos meses atrás, cuando cerca de 200 trabajadores en distintos turnos iban completando trabajos de la obra de ampliación de la Ruta 22, con el proyecto de transformarla en una autopista.
Y mientras las obras avanzan, los municipios del circuito Alto Valle Este continúan con las gestiones para lograr mejoras que faciliten la circulación de quienes viven y trabajan al norte y sur de la Ruta 22.
En principio todos habían expresado su disconformidad con la construcción de los pasos elevados, con presentaciones que realizaron a Vialidad Nacional, pero no consiguieron la paralización de las obras y la modificación de los puentes previstos.
Los municipios de Ingeniero Huergo y de Mainqué fueron los que más acciones encararon; el primero con diversas notas a las autoridades de Vialidad e incluso amparos en la justicia y pedidos de audiencia pública, y el segundo con movilizaciones de vecinos al sector donde se encuentra el puente. Ninguno pudo paralizar la construcción de los mismos.
Por su lado el municipio godoyense expresó su conformidad con la obra, al hacer el análisis en cuanto a la seguridad que otorgará a las cientos de personas que a diario deben atravesar la Ruta 22 desde la planta urbana hacia la zona sur, y teniendo siempre presente la gran cantidad de accidentes trágicos que se registraron en este sector.
Ante lo inevitable de la obra, Huergo y Mainqué cambiaron la estrategia y comenzaron a solicitar obras complementarias.
El dato
5 son los pasos elevados que se pueden contabilizar entre Cervantes y Godoy. Sólo uno está habilitado al tránsito.
Uno de los primeros planteos que el municipio de Huergo realizó cuando ya el paso elevado de la ruta comenzó a construirse frente al acceso a la localidad a través de la calle Juan Domingo Perón, fue la necesidad de contar con una calle colectora sur de doble sentido de circulación.
Principalmente que tenga doble sentido en el tramo ubicado desde la calle Juan Domingo Perón hacia el este, dado que a un kilómetro de la mencionada calle se encuentra el ingreso al balneario Fortín Lagunita, un área que no sólo es muy visitada por los vecinos de la localidad durante el verano, sino que a lo largo de todo el año se encuentra abierta para los visitantes.
Al no contar con un calle de doble sentido de circulación, los vecinos de Huergo al salir del balneario tendrían que tomar la ruta hacia Villa Regina, recorrer tres kilómetros hasta el puente sobre el canal principal de riego, para luego retomar nuevamente por la ruta y recorrer otros cuatro kilómetros para llegar hasta la planta urbana de Huergo.
“Cuando detectamos esta situación, rápidamente hicimos los reclamos a Vialidad Nacional y tuvimos como respuesta la modificación de ese tramo de la calle colectora, la que ahora tiene un doble sentido de circulación” apuntó por su lado el intendente local, Miguel Martínez.
Este no fue el único pedido, ya que también sumaron la solicitud de modificación de la calle colectora norte de la ruta, la que permite vincular los ingresos a la localidad a través de las calles Yrigoyen en el este, Juan Perón al centro y Santos Bello en el oeste. Esta modificación está en ejecución y ya se completó la tarea en unos 300 metros.
Mainqué también reclama colectora de doble circulación.
El municipio de Mainqué, también solicitó a Vialidad Nacional que se prevea la construcción de una calle colectora con doble sentido de circulación sobre la margen sur de la ruta, teniendo en cuenta que ese sector permite el ingreso hacia una gran cantidad de chacras ubicadas al sur de la localidad.
“En estos días estamos esperando a autoridades de Vialidad Nacional para hacer una recorrida en conjunto de los puntos que nosotros planteamos como problemáticos para la circulación que se da entre la planta urbana y el sector de chacras y empresas ubicadas al sur de la ruta”, comentó el intendente de Miguel Petricio.
Detalló que puntualmente la solicitud es para que habilite sobre la calle colectora sur desde el ingreso por debajo del paso elevado de la ruta a la altura de la calle N° 19, tanto hacia el este como al oeste un doble sentido de circulación.
“Tenemos varias empresas, jugueras y empaques, que están ubicadas sobre la calle 19, tanto al norte como al sur de la ruta, y de no tener una calle colectora de doble sentido, se generará que muchos circularán en contramano, porque de lo contrario tendrían que hacer entre cinco y seis kilómetros para entregar su fruta, cuando si tienen una calle de doble circulación la distancia a recorrer por los productores sería mínima”, apuntó el jefe comunal.
Preocupación en el consorcio de riego
Las obras de la ruta generan preocupación en el Consorcio de Riego y Drenaje de Godoy, Regina y Chichinales, porque si bien no afectaron de manera directa los cursos de agua que se utilizan para el riego, sí existen por las obras inconvenientes que se pueden dar a partir de la falta de descargadores pluviales.
Uno de los sectores que mayores preocupaciones genera es el tramo conocido como “la curva de Godoy” ubicado a casi dos kilómetros hacia el oeste de la localidad. Temen que cuando se registren importantes lluvias, el agua escurrirá hacia una chacra.
Godoy espera las respuestas de Vialidad.
El municipio de Godoy también desde hace más de un año viene reclamando por mejoras sobre las calles colectoras, porque al igual que en Mainqué y Huergo, el grueso de chacras y galpones de empaque se encuentran al sur de la localidad, lo que genera no sólo un importante movimiento de camiones y camionetas, sino también de personas que cumplen labores en estos lugares.
“Siempre sostuvimos que la construcción del paso elevado va a dar mayor seguridad para las personas que deben atravesar la Ruta 22 de norte a sur para ir a sus trabajos. Tenemos lamentables recuerdos de trágicos accidentes en esta localidad”, señaló el intendente Luis Ivancich.
Pero con el inicio de los trabajos de construcción del paso elevado comenzaron desde el Municipio a plantear la posibilidad de que se construya una calle colectora de doble sentido de circulación sobre la margen sur. Todavía esperan respuestas.
Publicado en Diario "Río Negro", 21/03/2018. Fotos del mismo medio regional Néstor Salas.
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