Desde el inicio del trabajo solidario del grupo integrado por alrededor de 14 mujeres, siempre hubo muy buena respuesta de parte de la comunidad para colaborar. “Todos entienden que lo que hacemos es para beneficiar a toda la comunidad y muchas veces cuando vamos a solicitar ayuda, antes de terminar de hablar ya nos preguntan cómo pueden colaborar. Eso es impagable”, remarcó Pancani.
Para reunir los fondos necesarios el grupo de mujeres siempre pensó que debía retribuir de alguna manera la colaboración de la comunidad y por eso realizan distintas convocatorias como cenas, bingos y almuerzos.
Pero también recurrieron a otros mecanismos, como cuando hicieron la campaña del bins de fruta, donde los productores donaban los ingresos por la venta de un bins destinado a la elaboración de jugos.
“Siempre digo que en Regina tenemos una comunidad que es campeona en solidaridad, muchas veces hemos tenido encuentros con otros grupos de otras ciudades y se sorprenden de lo mucho que se hace con la colaboración de la gente. Una clara muestra de todo esto es lo que hizo el Padre César Rondini, que creó escuelas, hogares, talleres para atender a los chicos, siempre con la colaboración de la comunidad”, finalizó Pancani.
Tener el corazón abierto para dar y las manos dispuestas para trabajar son las premisas que siguen un grupo de mujeres de Villa Regina que desde hace más de una década tomaron el compromiso de colaborar en el funcionamiento del Centro Oncológico de esta ciudad.
“Siempre decimos que nada se podría lograr si no tuviéramos el apoyo de la comunidad. La gente siempre responde a cada una de las propuestas”, señaló Silvana Pancani, que integra el grupo de mujeres que colabora con el Centro Oncológico de Villa Regina, más conocido como “la casita oncológica”.
La tarea no es nueva para muchas de ellas que iniciaron su tarea solidaria a través de Cáritas, en la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Villa Regina, trabajando durante la década de 1970 para comenzar a reunir fondos para la construcción del edificio para el Hogar de Ancianos Juan Pablo II de esta ciudad.
Esa tarea permitió levantar el edificio que fue inaugurado durante la década de 1980, recibiendo a adultos mayores que se encontraban en situación de vulnerabilidad.
Fue precisamente este trabajo el que las condujo hacia un nuevo camino, en este caso el de colaborar con la creación y puesta en marcha del Centro Oncológico, en principio atendiendo las necesidad del Servicio de Internación Domiciliaria.
Proyecto demorado.
El proyecto demoró y llevó varios años de trabajo al grupo de mujeres, que debieron lidiar con diversos problemas legales, porque justamente donde hoy funciona la “casita oncológica” fue una donación que recibieron de un vecino de Villa Regina, que quería ceder su casa para que allí se pusiera en marcha una hogar de ancianos pero para atender únicamente mujeres.
“Todo arrancó en Cáritas, cuando estábamos en el Hogar de Ancianos, y en 2006 empezamos en firme a trabajar por el Centro Oncológico”, relató Silvana Pancani. Precisamente mientras el grupo realizaba distintas acciones para sostener el Hogar de Ancianos, José Batocchi les propuso donarle una casa que tenía sobre la calle 3 de Febrero a pocas cuadras del Hospital de Villa Regina.
Donación.
“Don José siempre nos veía pasar con el camión acopiando materiales, luego la municipalidad nos donó el terreno para el Hogar de Ancianos y ahí comenzamos con la construcción. Todo se hizo con los aportes de la comunidad. Por el trabajo que estábamos haciendo, él nos ofreció su casa como donación a cambio de que cuando él se enfermara nosotros lo cuidemos”, dijo Pancani. Durante varios años insistió con la idea, pero el principal inconveniente era que la donación debía ser aceptada por la diócesis del Alto Valle. Finalmente se concretó la donación de la vivienda, pero comenzaron los problemas legales con algunos familiares del hombre hasta que lograron la resolución de la Justicia.
El destino no fue el Hogar de Ancianos para mujeres, sino que se llegó a un acuerdo con Salud Pública a través del hospital de Regina para el Centro Oncológico. “En ese momento estaba como director Jorge Bufano que siempre nos alentó mucho, y todo lo que hicimos fue siempre para ayudar a que se sostuviera este servicio tan necesario para atender a los pacientes con cáncer”, indicó Pancani.
Nuevamente con el aporte de muchas personas se logró remodelar y acondicionar totalmente la vivienda para que en noviembre de 2006 comenzara a funcionar el Centro Oncológico.
A través de las distintas campañas y trabajos realizados lograron reunir fondos para la compra de una campana laminar, área en la que se preparan las drogas para los pacientes, en tanto que el año anterior junto al municipio se pudo comprar y equipar un vehículo utilitario para el traslado de enfermeros y médicos del Servicio de Internación Domiciliaria.
Dato
12
años hace que el grupo de mujeres de Regina presta colaboración en el Centro Oncológico de la ciudad.
Publicado en Diario "Río Negro" (Edición Nro. 25.023, domingo 25 de marzo de 2018, página 46.
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