Las PASO quedaron reducidas a un costoso sondeo oficial. No habrá disputas internas y el único asomo se evidenció en el FpV con la oposición de Mario Sabbatella a la orgánica de María Emilia Soria. La Junta Electoral desestimó aquella por “irregularidades” y el conflicto recayó en la Justicia. Ayer, la jueza Mirta Filipuzzi resolvió a medias, rechazando un recurso a Sabbatella y pidiendo al órgano partidario que funde la exclusión. Es una salida previa. Flota un reciente suceso, vago pero no neutro: la diputada Soria pidió la investigación contra la magistrada por su pasiva actuación en una denuncia por la situación de adolescentes vulnerables. Otra ofensiva de la roquense terminó con la suspensión de la fiscal Beatriz Imperiale.
Si la Justicia confirma el corrimiento de Sabbatella, las PASO serán sólo una onerosa carga pública. Río Negro tiene las suyas (suspendidas para las elecciones del 2015) aunque hoy pueda dudarse de su aplicación, pues su impulsor, el gobernador Alberto Weretilneck, cuestionó su similar nacional porque “se va a gastar un montón de plata” y no “tendrá ningún sentido”.
Es un lejano asunto, pues antes existirán otros contratiempos, como las elecciones de octubre. El mandatario se apoderó del proceso de JSRN, definiendo candidatos, estrategias y campaña. Todo basado en una certeza de las encuestas: su aceptación social, a pesar de un declive provincial del último año. Los otros oficialistas no quedan en pie, y mucho menos la apreciación de su gestión.
Esa penuria se evidenció con el énfasis expresado a su gabinete en ocuparse para que la actuación del gobierno no figure en la ponderación. Trabajar en ese sentido y, además, resistir la polarización nacional entre macristas y kirchneristas. Es mucha ocupación, aún con un mensaje demasiado menudo.
Y las fallas subsisten en un gobierno concentrado y un Estado desfinanciado. Un respiro llegará este jueves cuando ingresen los 1.800 millones de los bonos colocados el viernes. El mercado no era propicio. Alta tasa inicial (25%), corto plazo y poca oferta para los 3.000 millones pretendidos. Pero no fue posible esperar. Cerrada la operación, Economía anunció pagos de salarios y aguinaldos.
Igual, la parcial operación proyecta desasosiego. Río Negro deberá abonar 700 millones en julio y agosto por letras colocadas el año pasado. Esas obligaciones se cumplen con nuevas emisiones de títulos, expresándose en la deuda. El registro oficial de mayo consigna que el “endeudamiento público” de los cinco meses alcanzó los 3.877 millones frente a 1.821 millones de igual período del 2016. El aumento supera los 2.000 millones.
Esa colocación del viernes tiene un expediente judicial. El Prohibimus presentado por el legislador Nicolás Rochas volvió al STJ con un dictamen contrario de la procuradora, Silvia Baquero. El Tribunal seguiría ese camino.
Nación también acompaña y Weretilneck valora el trato. Resalta incluso las formas cuando recuerda un pedido de autorización y un llamado suyo al despacho del ministro Nicolás Dujovne. “No estaba, su secretaria me dijo que me devolvía la llamada; lo hizo a la tarde y ese día ya lo firmó”, rememora y contrapone con el desdén kirchnerista.
Silencia el vínculo político construido. Llega, por momentos, la tensión electoral. El diputado macrista Sergio Wisky conforma esa cuña y la última trama se generó cuando revivió por radio la historia K del oficialismo. Weretilneck dejó su crítica en Casa Rosada y el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, consultó a Wisky, que contestó con olvidados videos del gobernador. Lo más concreto fueron dichos de Pedro Pesatti en abril en Bariloche, considerándose “totalmente identificado con el proyecto de Néstor Kirchner”. Con esto, Peña –según cuentan– respondió a Weretilneck, pero cualquier reparo llegaba tarde porque el vice ya había renunciado a la lista de diputados. Llegan tiempos de enfriamiento en el canje de gestos y servicios.
Publicado en Diario "Río Negro" (edición Nro. 24760), domingo 2 de julio de 2017.
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