El oficialismo está logrando el objetivo de adormecer el debate legislativo en cuestiones complejas que lo incomodan: el decreto/ley de actualización retroactiva de costos para las constructoras y la incompatibilidad del legislador oficialista Luis Mario Bartorelli.
Esta semana no habrá sesión, más allá del anuncio inicial del presidente del parlamento, Pedro Pesatti, de una reunión para el 20 de noviembre. Tampoco está confirmada convocatoria para la próxima semana.
La oposición justicialista formalizará un pedido de urgente sesión y de extensión del Periodo Ordinario. Existe, además, una fuerte presión política sobre Pesatti para la apertura de bloques -que no avaló cuando asumió- frente a la posibilidad de que la mayoría de los legisladores del histórico Frente para la Victoria arremetan contra la conducción de la oficialista Roxana Fernández.
Por ahora, el oficialismo cumple con una pretensión: evitar sesionar -cuanto más se pueda- para aventar problemas, ya que no tienen la mayoría y existe riesgo de perder votaciones si hay ocasionales coincidencias de los otros bloques.
La gestión de Pesatti mañana cumplirá tres meses y sólo concretó dos sesiones.
Un tema congelado es el expediente del fiscal de Investigaciones Administrativas, Marcelo Ponzone donde informa de la incompatibilidad de Bartorelli porque mantuvo el ejercicio de su profesión mientras es legislador. El asunto fue abordado -muy por arriba- en la última reunión de Labor Parlamentaria pero no se profundizó. Hasta pareciera que la oposición tampoco tiene demasiado interés en evaluar esa irregularidad constitucional.
En cambio, la mayoría opositora exige el debate del decreto/ley donde el gobernador Alberto Weretilneck estableció el reajuste retroactivo a las empresas constructoras de obras hasta enero del 2012. Estas normas se transforman en ley si la Legislatura no rechaza el texto en 90 días, entonces, tradicionalmente, estos instrumentos no tienen tratamiento. Pero ahora el oficialismo no tiene mayoría propia y la oposición requiere su discusión en el recinto.
La legisladora Ana Piccinini viene insistiendo en su discusión parlamentaria. Ayer, como presidenta, Silvia Horne adelantó el llamado a la comisión de Asuntos Económicos para el martes para evaluar ese trámite. "El gobernador envió el expediente pelado", declaró a Radio Nacional. Criticó a Pesatti porque "no conduce, no atiende el teléfono. Hay vacío de poder". Además, expuso su malestar ya que no la autorizó a un viaje a un encuentro por la Paz en la Franja de Gaza mientras "el gobierno envía al ministro (Luis) Di Giacomo a jornadas de Seguridad a Israel, que "es el país más genocida del mundo".
En realidad, las reuniones de las comisiones también están impregnadas de especulaciones. Ocurre que el oficialismo cuestiona que sus titulares -en su mayoría, ajenos- no convocan, ya que temen perder esas conducciones a partir de los votos de peronistas y radicales aliados al gobernador.
En igual sentido, el legislador del bloque Néstor Kirchner, Martín Doñate, informó sobre la presentación -en forma conjunta, con Alejandro Marinao del Eva Perón- de una nota a Pesatti para que convoque en forma urgente a a sesión por los temas pendientes, entre ellos el decreto/ley. También formalizarán un proyecto para extender las sesiones ordinarias hasta el 30 de diciembre.
Además, Doñate confirmó a "Río Negro" que está la decisión de presentar la unificación del bloque del FpV para quedarse con la presidencia, siempre que Pesatti persista en la decisión de no permitir otros bloques.
"No podemos seguir ligados más en forma institucional y administrativa al bloque que preside Fernández. A mí no me representa y, además, están usurpando el nombre del FpV", afirmó.
Diario "Río Negro", viernes 21 de noviembre de 2014.
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