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DIGO: Natalia Fioretti y un itinerario por las propuestas que trabajan con la discapacidad en Río Negro.
"Lo que nos incluye, nos une" se estrena los lunes
en la APP de RÍO NEGRO.
La propuesta es realizar un recorrido por las distintas localidades de la provincia y conocer a protagonistas que trabajan desde distintos espacios para ofrecer mayores posibilidades a las personas en situación de discapacidad. Hoy conocemos a Samantha. Docente de Villa Regina.
Natalia Fioretti es directora de la Asociación Civil Amuchen en la ciudad de Villa Regina. Una institución que acompaña a 51 personas con discapacidad a través de talleres, actividades recreativas, deportivas y sociales. Arrancó siendo tallerista y luego se fue comprometiendo cada vez más hasta alcanzar la conducción del espacio. «Amuchen me interpela todo el tiempo. El contacto y el aprendizaje nos incentiva a estar en constante movimiento, generando propuestas superadoras y motivando a que la población se comprometa con la temática» comenta.
«Hace 14 años que estoy vinculada con la educación especial. Hoy me encuentro coordinando la Asociación Civil y formando parte del plantel de profesionales del Instituto de Formación Docente, siento un gran apego a estas instituciones que me permiten aportar a una temática que nos convoca y moviliza» Asegura Natalia.
A través de su ciclo «Lo que nos Incluye, nos une», todos los lunes presenta a distintas personas y organizaciones que configuran este importante círculo de inclusión en cada una de las regiones rionegrinas.
Una de las experiencias: Formación de profesionales en la educación especial.
El profesorado de educación especial con orientación en discapacidad intelectual que se lleva adelante en el Instituto de Formación Docente Continua de Villa Regina, tiene como premisa fundamental el modelo social de la discapacidad como una cuestión de derecho. Según los educadores de la institución, eso conlleva entender a la práctica de enseñanza como una práctica democrática.
Samantha D’Herve es Profesora en Ciencias de la Educación y reconoce que las carreras de profesorados especializadas en discapacidad son más específicas. «Esto tiene que ver con que uno de los principios que rigen esta formación, es que los estudiantes puedan comprender y valorar la importancia de garantizar el derecho a la educación de personas con discapacidad, reconociéndolas como sujetos políticos activos y con plena participación en el ejercicio de la ciudadanía, es decir como sujeto derecho», afirma.
Uno de los pilares de la formación es comprender la diversidad como parte de la naturaleza misma del ser humano. «Para eso creemos fundamental que nuestros estudiantes posean herramientas que les permitan en su desarrollo profesional, dar acceso a todas las personas con discapacidad al capital cultural que tiene nuestro país y nuestras provincias», comenta D’Herve.
La profesional, destacó además la configuración del plan de estudios, que fue aprobado en el año 2015: «Quienes cursan la carrera, desde el primer año entran al campo de la práctica y están en contacto con personas con discapacidad. No es una carrera que primero se forma en la teoría y después se va al campo de la práctica».
Las actividades en campo, luego se van complejizando y se van resignificando. A partir de cuarto año, en la recta final, los futuros docentes llegan a la residencia pedagógica.
Desde una perspectiva de derechos, el modelo social para personas con discapacidad atraviesa todos los niveles educativos que valoran y aceptan las diferencias, superando así situaciones de exclusión discriminación y segregación. Los futuros docentes en sus trayectorias pueden reconocer, identificar y eliminar estas barreras de acceso que permitan luego, la accesibilidad al entorno físico, social, económico y cultural a la salud, la educación, la información y las comunicaciones.
PUBLICADO EN DIARIO RÍO NEGRO.
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