sábado, 7 de abril de 2018

Homenaje en vida a una de las pioneras del barrio y la primera portera de la escuela 220.

EL SALÓN DEPORTIVO Y COMUNITARIO DE BARRIO NUEVO LLEVARÁ EL NOMBRE DE EVA UNAICHE. “ES LA ABUELA DE TODOS”, DIJERON DESDE LA FAMILIA.


La iniciativa surgió a partir de la acción de la junta vecinal del barrio que preside Germán Guido Rodríguez, comisión que hace más de un año y medio viene trabajando a pulmón en una serie de mejoras en el polideportivo del lugar y en la contención de los jóvenes a través del deporte, fundamentalmente el fútbol y el boxeo.
“Como consideramos a este lugar (por el complejo deportivo) como el corazón del barrio entendimos, y así también lo hicieron saber los vecinos, que debía llevar un nombre que nos identificara a todos y qué mejor que el de la abuela Eva Unaiche, una mujer que contuvo a muchos jóvenes en situación de calle”, manifestó el presidente vecinal.
En el marco de las mejoras que la comisión barrial realizó en el lugar como la terminación de la parrillera, una mesada y la pintura del salón, a mediados del 2017 surgió la iniciativa de consultar a los vecinos qué nombre sería el indicado para el salón deportivo. Si bien existían dos alternativas como ‘Polideportivo barrio Nuevo’ y ‘Complejo Deportivo barrio Nuevo’, la opinión de los frentistas fue unánime: que mejor que homenajear en vida a la primera portera del barrio.
“Para nosotros es un tremenda emoción que se haya elegida a mi abuela porque no se trata sólo de homenajear a que fue una de las primeras habitantes del barrio o la primera portera, sino que es destacar la acción de una mujer que forjó a muchos chicos de la calle y que muchas veces les brindó un plato de comida a aquellos que no lo tenían. Lo gratificante de todo esto es que no lo dijo yo únicamente, sino que existen testimonios de lo que digo que involucran a casi todas las generaciones del barrio”, comentó Pablo, nieto de Eva.
Durante el acto a desarrollarse hoy en el salón desde las 19 horas, se brindarán los respectivos reconocimientos a la abuela de 90 años, entre ellos una distinción proveniente desde el Senado de la Nación, y se descubrirá una placa con el nombre del complejo deportivo cuya construcción finalizó hace pocos años.
 La primera portera, “la abuela de todos”
Eva Unaiche fue la primera portera que tuvo la escuela 220 en el año 1964, luego de haber llegado un año antes a Villa Regina, y trabajó en tiempos donde en el barrio (Nuevo) no había agua corriente y la luz era a mercurio.
La abuela nació el 30 de enero de 1929 en Puelches (La Pampa). A corta edad quedó huérfana y a los 8 años aproximadamente llegó a Río Negro, puntualmente a la localidad de Choele Choel. Allí, y de niña, trabajó en los quehaceres domésticos y en 1946 se casó con Pablo Torres. El matrimonio luego se mudó a la Estancia Negro Muerto en busca de un mejor provenir y en ese lugar nacieron los cuatro hijos de Eva.
En esa estancia, en la que Eva junto a su marido vivieron alrededor de 15 años, se produjo la apertura de una escuela a la que concurrían los hijos de los peones.
Con el transcurso del tiempo un docente de dicha institución educativa es trasladado a la escuela Nº 220 de Regina. Se trata de José Narciso Prieto, quien fue designado como el director del establecimiento escolar de barrio Nuevo y fue precisamente éste quien le propuso a Eva asentarse en esta ciudad para un mejor vivir de la familia. Así fue como en 1963 la familia Torres llegó a esta localidad, “tiempo en los que todo era carrizal y sobre calle Mendoza había un arroyo”, se manifestó desde la familia de acuerdo a lo que la abuela les transmitió en su momento. “El mismo día que llegan ellos (por Eva y su familia), llega la familia Provoste y también recuerda que en el barrio ya se encontraba la familia Loncón y Valdivia, como así también el señor Valdez que se hallaba del otro lado del desagüe”, se agregó.
Finalmente en 1964 Eva Unaihe comienza a trabajar como portera en la escuela 220 y lo hizo hasta fines de los ’80 y comienzos de la década del ’90. “Lo que ella destaca de esos años es que su labor en la escuela era caso todo el día, no cumplía un horario y por muchos años ella era quien se encargada de limpiar sola toda la escuela”, comentó su nieto a LCRegina.
Precisamente su labor, dedicación y perfil social fue motivo para que en el año 2013 los vecinos la nominaran como candidata a recibir el premio Regina Paccini de Alvear, algo que sucedió el 15 de marzo de ese año.
De lo publicado en http://periodicolacomuna.com.ar

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