La mutación electoral en Río Negro favoreció a Cambiemos, que logró el mayor aumento de caudal al quedarse con seis de cada diez votos errantes en la elección del domingo.
Pero, el FpV hizo su vendimia, captando el resto de los adherentes flotantes.
Tres componentes aportaron a esa movilidad.
El principal fluido perteneció a la deserción de Juntos -con casi los 69.000 votantes de agosto-, un crecimiento de la concurrencia -unos 7.000 electores- y una baja de otras fuerzas, especialmente la Coalición Civica, perdiendo algo más de 5.100 votos.
La temida polarización siguió erosionando a las fuerzas menores. Con ese pronostico, el gobernador Alberto Weretilneck resolvió el abandono de su partido del proceso electoral, pero no preveía que el reparto también favoreceria al FpV, con un impulso que lo aproximó al 50% de los votos.
Ayer, en Casa de Gobierno, se revisaban números locales con una crítica mirada en la funcionalidad de cierta dirigencia de Juntos -puntualmente, peronista- en favor de la lista de María Emilia Soria.
Coincidentemente, la dirigencia de Cambiemos -que lidera Sergio Wisky- cumplía igual repaso de esos guarismos, procurando detectar esas fugas oficialistas, pues sabe que Weretilneck promociona en Nación que su deserción fue una fuerte colaboración política al progreso macrista.
Los municipios grandes.
Una ojeada de los mayores municipios aportan referencias. Por caso, la ciudad del gobernador, Cipolletti, fue el mayor reservorio de Juntos en agosto, sumando casi 12.000 adherentes. Y, además, es el municipio liderado por el intendente del Pro, Anibal Tortoriello.
Aún así, el derrame en favor de Cambiemos no alcanzó para destronar al FpV, que -llamativamente- capitalizó más de 6.100 nuevos apoyos y el macrismo subió un poco más de 7.300 adherentes, siempre en relación a las Primarias.
El peronismo miembro de Juntos hizo su juego. Eso, tal vez, explica el destino de los 1267 votos de esa fuerza en Jacobacci, gobernado por el radical Carlos Toro, que mantiene un histórica disputa con la legisladora de Juntos y peronista, Sandra Recald.
Por eso, Cambiemos sumó poco -unos 200 votos- pero, en cambio, el FpV creció en un millar, lo cual, le otorgó el triunfo a la boleta sorista.
En realidad, la victoria frentista no experimentó resistencia en los municipios extraños, incluso algunos de ellos fueron más favorables a los propios.
En Choele Choel, el intendente del Frente, Daniel Belloso garantizó el 44% y un aumento de unos 700 votos mientras en El Bolsón, gobernada por el albertista Bruno Pogliano, el FpV llegó al 55% y en Sierra Grande, conducida por el radical Nelson Iribarren, alcanzó el 53%.
Además, rondó el 47% en Los Menucos, dominio pleno de Mabel Yahuar, de la alianzaUCR-Juntos.
Publicado en Diario "Río Negro", 24 de octubre de 2017.-
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