“Primero debemos despertar en Regina”.
Como he recibido por e-mail y Facebook apoyo de otras localidades para llamar a elecciones internas, quiero agregar algunos conceptos, para demostrar que nuestro partido está prácticamente cerrado desde siempre.
Allá por la década del 70 comenzaron a llegar de otras provincias profesionales recién graduados: abogados, médicos, arquitectos, etc., en busca de una salida laboral. Algunos de ellos, en muy poco tiempo, se convirtieron en funcionarios y ministros del gobierno de Franco sin siquiera conocer la provincia, sólo la ciudad donde se habían instalado.
A partir del 83, con los nefastos gobiernos radicales, todo cambio para peor y ellos también tuvieron –y tienen– la misma problemática, ya que muchos que vinieron de otros parajes ahora hasta lograron reciclarse en Juntos somos Río Negro.
Han pasado 43 años y siguen los mismos de siempre enquistados en el poder. Todos con un buen pasar, autos de alta gama, propiedades por doquier, mientras la fruticultura está en crisis desde siempre, los comerciantes agobiados por tantos impuestos, jóvenes con títulos sin conseguir trabajo y los barrios marginales de cada localidad siguen abandonados a la buena de Dios, sin educación, salud, agua potable, cloacas y padeciendo hambre, sed de justicia, calor y frío. Qué diferencia abismal.
La sociedad ya descreída de ambos partidos políticos quedó “anestesiada” y cada día más enfrentada. Entre los que aún algo tienen y los desesperados que se apropian de lo ajeno, entre empleador y empleado, sindicalistas y obreros. Y entonces, la apatía ciudadana con la clásica teoría de la “culpa ajena” se olvidó de su responsabilidad ante el prójimo.
Ya conté en otra carta de lectores mi participación en el año 1993. Luego de esa elección, la lista de concejales quedó compuesta de la siguiente manera: 1) Luis Albrieu, 2) Carlos Vazzana, 3) Domingo Vallejos, 4) Franco Susca, etc. Han pasado 23 años y siguen ocupando los principales cargos de la ciudad siempre los mismos. Fueron franquistas, costancistas, pichettistas y, como ahora vienen las legislativas, sólo están pensando de quién colgarse. Y esto pasa en toda la provincia.
Si queremos salvar nuestro partido político debemos iniciar una verdadera “revolución cultural” que incluya a todos los sectores. Para adoctrinar y guiar a nuestra juventud –que son los futuros dirigentes– para que no malinterpreten a la política como la mejor salida laboral. Necesitamos jóvenes que aporten trabajo, solidaridad, proyectos e ideas.
Villa Regina debe recuperar el protagonismo que tuvo a nivel provincial, ya que nos sobran compañeras y compañeros leales, honestos y capacitados para hacerlo. Reclamemos “todos” ante quien corresponda, que se incluya en el orden del día del Congreso a realizarse en nuestra ciudad el llamado a “elecciones internas”.
José De Giorgio. Publicado en Diario "Río Negro", 18-09-2016.
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