Funcionarios de Río Negro tendrán un incremento anual cercano al 39%.
Desde diciembre, la escala salarial está atada al cargo docente. Esta metodología opera desde diciembre y, desde entonces, el aumento habrá alcanzado el 42,6% en sus ingresos de octubre.
El propósito gremial en Río Negro frente a la última negociación fue no perder con la inflación del 2020, que se estima cerrar con un 32%. Ese objetivo anual se cumplirá en favor de los agentes y, también, hay otros grandes beneficiarios de los acuerdos: los funcionarios del Poder Ejecutivo. Con los haberes de octubre, las remuneraciones de los cargos políticos habrán logrado mejoras que se aproximarán al 39%, a partir de su oportuno enganche con los haberes docentes.
En el Ejecutivo, algunos sectores -esencialmente categorías inferiores y medias de la ley 1844, los porteros y los docentes- totalizarán subas entre el 36% al 42%.
Los funcionarios gubernamentales percibirán un 38,9% por su cargo docente de referencia: director de Secundaria, con 30 años.
Este incremento comprende exclusivamente la pauta negociada en el 2020 porque en enero ya tuvieron una mejora por lo acordado en el año anterior.
Desde diciembre, la escala de los funcionarios está atada al mencionado cargo docente. Su primer haber del año de esa categoría fue de 77.232 mil pesos, que creció a los 87.041 pesos en marzo, lo cual significó un 12,7%.
Ahora, con las alzas ofrecidas por el gobierno y aceptadas con UnTER, esa remuneración alcanzará los 96.684 pesos en setiembre (la diferencia se abonará con planilla complementaria) y llegará a los 107.010 pesos con octubre. Ambos aumentos equivalen el 22,9%, arrojando una evolución de casi el 39% en el año.
La metodología de enganche docente arrojó una fuerte actualización para estos cargos políticos. Opera desde diciembre y, desde entonces, el aumento habrá alcanzado el 42,6% en sus ingresos de octubre.
Este progreso remunerativo acorta diferencias con los ingresos de las autoridades de los otros dos Poderes y los órganos de control, pero las diferencias aún siguen siendo marcadas.
El decreto N° 1841, del pasado 6 de diciembre, establece que “Poder Ejecutivo equipara la escala salarial de las autoridades superiores con la escala salarial docente”.
El mecanismo parte del haber del director “Escuela Secundaria de Primera, Ubicación “A” con más de 30 años de antigüedad”.
Esa asignación docente se le asigna al director del Poder Ejecutivo, tras lo cual se encadena el resto de los sueldos de los funcionarios, según el artículo 1 del mencionado decreto. Un subdirector “percibirá el 70 % de la retribución del cargo de director”, que -en octubre- significará 75 mil pesos.
El subsecretario cobrará un “39% más que el cargo de director”, es decir, serán casi 149 mil pesos cuando el secretario recibirá “un 35 % más” que ese cargo inferior, arrojando algo más de 200 mil pesos.
Por su parte, el ministro cobrará unos 262 mil pesos, considerando que se le establece un pago de un “31% más que el de secretario”. Finalmente, el gobernador tiene una asignación del “16%” superior a la de un ministro, proyectando una remuneración de algo más de 300 mil pesos.
- 262.000
- pesos es el haber que percibirá un ministro en octubre con las subas por el enganche de la grilla docente.
- 300.000
- pesos cobrará la gobernadora desde octubre. Hoy ronda los 247.000. Su pago también está atado al haber docente.
Una concesión fuera de contexto por Adrián Pecollo.
El gobierno provincial otorgó un alza salarial de un 22%, que seguirán Justicia y Legislatura. En los funcionarios del Ejecutivo habrá subas del 23%, que rondarán el 39% en el año.
El Estado rionegrino lleva años en la indigencia financiera. Pero ese peso técnico se advertirá en lo cotidiano al final del año, pues el gobierno exageró en su desprendimiento salarial. Fue una concesión apurada y contradictoria a la realidad, desmarcada también de la política.
La administración de Arabela Carreras explica esta última cesión remunerativa -que promedía el 22% y se transforma en el año entre el 30% al 40% con lapauta de marzo- en la arremetida policial y la posterior presión de los gremios estatales.
Hubo pánico gubernamental y, sencillamente, el mandamás de ATE, Rodolfo Aguiar, se apropió de un impensado incremento en una charla informal en Bariloche con la mandataria. Lo que vino luego fue escenografía y particularidades. Existe, inflación mediante, depreciación salarial, pero el alza otorgada colisiona con los recursos disponibles. La recaudación de septiembre ratificó que es tiempo de estrecheces: su suba nominal llegó al 10%, aún el impacto inflacionario y el aporte de la moratoria.
Buenos Aires misma, escenario de la temida asonada policial, ofreció un aumento de haberes del 10% mientras que Nación otorgará un 7%, desenganchando a los cargos políticos de esa mejora. En cambio, los funcionarios rionegrinos acrecentarán sus ingresos en el 23% en este tramo y se aproximarán al 39% en el año con lo obtenido en marzo, siempre a partir de su anclaje en diciembre con la escala docente.
Estos porcentajes de incrementos son incomprensibles para la administración nacional cuando Río Negro solicitó un fuerte auxilio financiero para finalizar el año.
Con ese camino, la Legislatura y la Justicia seguirán con la cadena esta semana con sus mejoramientos remunerativos.
El nivel y la expansión del beneficio estatal es incomprensible en Casa Rosada frente al pedido de ayuda financiera que la gobernadora le requirió al presidente Fernández. El ministro de Economía, Luis Vaisberg, ya inició la peregrinación técnica por los despachos nacionales, pero semejante auxilio pretendido exigirá del factor político. Carreras se fía en su ascendencia con Fernández y relativiza cualquier otra participación. Incluso quedó dañada la relación con el senador Martín Doñate con la ofensiva oficial al imponer la reforma del Ente de Conesa.
No hay proporción entre el deterioro ocasionado y el logro alcanzado. Quedan razones sueltas. Todo empezó en julio con un proyecto de la gobernadora para modificar el sistema de elección del titular de aquel organismo regional, buscando reducir la incidencia municipal. Enseguida existió revuelo en el FdT porque, esencialmente, la presidenta del PJ y legisladora Alejandra Mas es conesina. La agitación llegó a Doñate, que llamó a Carreras y, entre promesas mutuas, aceptó paralizar ese análisis legislativo.
El expediente se reflotó y se aprobó en la última sesión. En la arremetida, el presidente del bloque del oficialismo, Facundo López, abandonó tratos con su par del FdT, María Martini y zamarreó a la diputada Mas, ambas probadas conciliadoras.
Carreras atendió telefónicamente a Doñate y Martini para defender el tratamiento aunque terminó con que el desenlace parlamentario fue una decisión que la superaba. Fue una desvinculación en dirección al exgobernador Alberto Weretilneck y a López. Algo similar le dijo al intendente Héctor Leineker cuando le sugirió que lo hablara con el legislador para “consensuar”. “Las reformas en el Ente fueron ideas suyas”, dicen al lado de la mandataria. El origen es real, al que siguió un estropicio oficial de retrocesos y embates, destrozando los vínculos con la oposición.
Martini y Mas quedaron debilitadas en el bloque frente a la legión intransigente, descreída siempre de posturas moderadas. “Se los habíamos dicho, que no podíamos confiar”, se jactó José Luis Berros en la última reunión.
Doñate registró el desaire gubernamental cuando Río Negro urge más que nunca de la contribución nacional. Además, en el FdT -según el corrimiento en la resolución que se le atribuye a Carreras- quedó la percepción por donde transita el poder oficial en ciertas ocasiones. Eso, tal vez, fue la sustancia de lo ocurrido.
Publicado en Diario "Río Negro", 4 y 5 de octubre del 2020.
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