domingo, 12 de febrero de 2017

Una deuda con Bomberos.-

El gobierno intentará esta semana concretar la reforma del sistema de seguridad y riesgos del trabajo, tras el fallido intento de modificarlo por decreto. La Cámara de Diputados discutirá el sistema de ART, signado por la elevada litigiosidad. Sin embargo, en el debate volverá a estar ausente un sector estratégico que hace años reclama una mejora en la prevención y asistencia en caso de emergencias: cerca de 43.000 bomberos voluntarios de todo el país.
Los extraordinarios esfuerzos y situaciones difíciles que debieron enfrentar bomberos y brigadistas que actuaron en recientes incendios forestales y de campos en la zona cordillerana, Valle Medio y Río Colorado volvieron a poner sobre el tapete las deficiencias del actual sistema que los ampara, basado en los artículos 18 y 19 de la ley 25054. Desde 1998, unos 60 bomberos de todo el país han recibido prestaciones o pensiones por esta vía, que ha demostrado ser lenta y engorrosa.
Por falta de reglamentación existe una enorme ambigüedad sobre el circuito administrativo de los reclamos y la documentación necesaria. Hoy, el bombero afectado por un siniestro debe recurrir a un abogado y esperar un proceso en el que intervienen ocho organismos de tres ministerios diferentes y distintas comisiones médicas que dura hasta tres años, en el que queda desamparado.
Por este motivo, varios legisladores han elevado proyectos para mejorar y darle agilidad al sistema. Uno de ellos es el de la senadora rionegrina Magdalena Odarda, quien planteó incorporar a todos los cuerpos activos de bomberos al sistema actual de ART, establecido en las leyes 24557 y 26773, para que puedan recibir prestaciones y compensaciones en caso de accidentes o enfermedades derivadas de su actividad. El sistema se financiaría con una contribución obligatoria del 0,26% de las primas de seguros contra incendio, de automotores y motovehículos. El Estado nacional se haría cargo de la administración de los fondos y la contratación de los seguros de ART a través del Ministerio de Seguridad.
El proyecto estuvo a punto de ser votado en el Senado a fines del año pasado. Sin embargo, el Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina (Cfbvra), que nuclea al 95% de los bomberos de todo el país, planteó objeciones de tipo técnico a la iniciativa.
Reconociendo lo positivo, señalaron que “sería inadecuado” incorporar a los bomberos voluntarios al sistema de ART, ya que éste está pensado para relaciones laborales, entre empleadores y trabajadores estatales o privados. En cambio, señalan que aunque el bombero voluntario está en una relación de dependencia y jerárquica es fundamentalmente gratuita. “El concepto de trabajo está reñido y contrapuesto a la actividad voluntaria del bombero, ya que no existe una contraprestación dineraria que lo vincule a la institución”, aseguran. El temor es que, al ser incorporados a las ART, las asociaciones de voluntarios terminen siendo “una figura legal equivalente al empleador de una empresa privada”, pasibles de acciones judiciales que “podrían comprometer el patrimonio y sostenibilidad” de los casi 1.000 cuerpos de voluntarios del país.
Además, abriría la puerta a la injerencia de aseguradoras privadas en la formación y protocolos de actuación de bomberos, sostienen.
Ante esta situación, impulsaron otro texto del senador Juan Carlos Marino, que crea un Sistema Nacional de Bomberos Voluntarios (SNBV), que establece un plan de cobertura de riesgos de la actividad bomberil que se financiaría con fondos propios y aseguraría una gestión sin fines de lucro y sin intervención de privados, administrado por el Estado Nacional y con un representante de bomberos.
Los proyectos fueron reenviados a la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, con el objetivo de unificar los textos en una iniciativa de consenso. Es de esperar que el tema se aborde con urgencia, de manera de no seguir perjudicando a una actividad clave para nuestra sociedad como es la de los bomberos, que a menudo no cuenta con el reconocimiento que merece, en especial en las altas esferas del Estado.
Editorial del Diario "Río Negro", domingo 12/02/2017.-

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