Casi 1.579 millones embolsó Río Negro hace dos años por las prórrogas petroleras. Una parte fue asignada a los municipios, y el saldo -por encima de 1300 millones- fue programado para equipamiento y construcciones.
Según registros oficiales, la mayoría figura con “reserva administrativa” mientras los desembolsos -incluyendo el envío a los municipios- sumaron 813 millones, es decir, el 51% del total percibido.
Frente al desfinanciamiento del Estado, el resto tiene su asignación pero -mayormente- no está en las cuentas bancarias.
Estos pagos -que serán necesarios con el avance de las obras o entregas de equipamientos, más allá de ciertas demoras- dependerán de futuros recursos corrientes, como también, de ingresos extraordinarios. Allí se explica la atención que el gobierno de Alberto Weretilneck otorga a la programada emisión de los bonos, en dólares, porque inyectaría fondos a la caja general de Río Negro.
El otro inconveniente que persiste es la depreciación. Esa suma percibida en enero del 2015 tuvo su desvalorización monetaria, con inflaciones anuales del 27% y 40%.
Existió inicialmente un intento de preservación con la compra de Letras de Nación (Lebacs) por 800 millones pero, en el primer vencimiento, la provincia no pudo sostenerlos y los vendió. Hoy las asignaciones son insuficientes, considerando las construcciones en marcha y equipamientos pendientes.
La compra policial es una muestra. Río Negro incorporó 260 unidades, entre ambulancias, camionetas y otros vehículos, contando la próxima entrega 30 patrulleros, que es la primera operación. El plan, de 80 rodados, fue revisado por la merma originada en el efecto inflacionario. En contrapartida, Vialidad avanzó y sumó al inicio del año pasado una veintena de equipos pesados.
El impacto monetario se advierte en los hospitales de Catriel y Allen, con reservas totales por 132 millones y sus presupuestos actualizados suman en 447 millones. Y se abonó algo más de 42 millones por las certificaciones allenses, pues la ejecución todavía no se inició. El previsto nosocomio de Las Grutas -de algo más de 50 millones y con contrato por firmar- quedó fuera del Fondo Petrolero Ley 4818, y figura para ejecutar con presupuesto provincial.
Repartos
En principio, casi el 17% de las transferencias de las petroleras fueron en aportes o cancelación de deudas a los municipios. Esta previsión se canceló casi totalmente en el 2015 y 2016, abonándose 250 millones. Queda para este ejercicio enviar unos 12 millones.
Con ese destino a los municipios, la disponibilidad propia de la administración provincial fue de 1.316 millones. Weretilneck detalló el estado de esas cuentas ante los intendentes en enero cuando presentó el Plan Castello, con su pretendida emisión de bonos, en dólares y a largo plazo.
Actualmente, existe un remanente no asignado -unos 221 millones- que conforma una reserva para las “eventuales readecuaciones de precios”, dice Economía.
¿Cuanto efectivamente fue abonado? El registro de pago de Río Negro supera a los 563 millones, que representaría el 42% de lo reservado por la provincia. El total de desembolsos llegarían a los 813 millones, considerando los 250 millones enviados a los municipios. Allí está el 51,5% usado efectivamente por el gobierno provincial.
Publicado en Diario "Río Negro", 20 de febrero de 2016.
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