miércoles, 13 de abril de 2016

Comienza la segunda fecha del Circuito de Teatro.

La 24 edición del Circuito de La Hormiga Circular (LHC) -que comenzó el 16 de marzo pasado con la puesta de "Cardenal" por Trampolín Teatro de Bariloche- presentará desde el miércoles 13 al grupo sanjuanino "Sobretabla" en el Teatro Municipal de Cipolletti con "Donde el viento hace buñuelos".
Este grupo independiente festejó en diciembre sus veinte años de actividades montando en San Juan dos obras de Arístides Vargas, "Ana, el mago y el aprendiz" y la que ahora trae a la región, donde actúan Rosita Yunes y nuestro entrevistado, Rubén González Mayo, responsable además de la dirección y puesta en escena; con asistencia técnica del Pelado Martínez.
"El camino andado nos lleva justamente a esta visión de juntarse con los afectos, de ponerlos por delante, de bajar ideológicamente una línea muy clara que durante dos décadas hemos perseguido de forma permanente; lo que uno define como justicia, mirada que empieza a abarcar todas las problemáticas sociales y políticas que afligen al mundo", afirma Rubén González Mayo, uno de los fundadores de Sobretabla, además de actor, puestista y director.
"Entonces", sigue diciendo, "a los veinte años de funcionamiento del grupo, nos ha tocado muy en buena hora, festejarlo con dos creaciones de Vargas. Y digo en buena hora porque 'Donde el viento hace buñuelos' es un canto a la amistad, a esos que andan perdidos por el planeta y no tienen patria, a la solidaridad, a la comunidad afectiva. Con este texto, ponemos por delante, como decía, al humano y no al sistema, tratando de analizar qué daña al hombre a través del sistema."
-Cómo el sistema nos daña.
-¡Claro, claro! Nos fustiga, nos castiga, nos lleva para arriba y nos deja caer, pero siempre en la medida que nosotros lo permitamos, o posibilitemos que ciertos personajes trabajen para que el sistema sea lo que tenemos enfrente. Y encontremos alternativas que van un poco más allá de lo establecido, estipulado. A partir de ir un poco más allá, hallamos defensas para que el sistema no nos pegue, no nos trague.
-Qué representa La Hormiga Circular?
-La Hormiga Circular (LHC), para mí, fue, es y será un referente en la historia de los teatros independientes y de Argentina, porque su capacidad de trabajo, de gestión y de lucha, en el mejor sentido de la palabra, hace que miremos el proyecto como ejemplar. En 1993, yo conocí a la LHC con la obra "Ceremonia ortopédica" (de Jorge Díaz) del grupo Viceversa, de Mendoza, donde trabajaba. Ellos nos ofrecieron su espacio y montamos además "Dos viejos pánicos" (del cubano Virgilio Piñera) en el 94. Eran entre diez a quince parejas que trabajaban juntas por el teatro. Un laburo maravilloso estaban forjando…
-Y a partir de allí vinieron los circuitos.
-Claro. Siempre he dicho que para mí ha sido un honor y un orgullo trabajar con ellos. Por su potencia de trabajo y su historia. Aportando un pequeño granito de arena a ese mar constante que ellos agitan permanentemente. Van, vienen, van, vienen, jamás se quedan quietos.
-¿Estos últimos conceptos, pueden aplicarse a Sobretabla?
-Creo que la prepotencia del trabajo nos emparenta con LHC, como muchos otros grupos de provincias. Ellos son el referente en el tiempo, como te decía, por su coherencia artística e ideológica. ¿Cómo no hacerle caso a eso? Considero al actor y al director un profesional igual que un médico o un ingeniero que se dedican a lo que han querido en toda su vida. Eso lleva a trabajar, a poner horas y horas en ensayos, en buscar la metodología, en el estudio. Lo demás son aficionados que viven de otra cosa y les gusta hacer teatro. En LHC y en nuestro caso, lo hacemos y vivimos de él. Primero está lo teatral. Hace veinte años que venimos en ello con perfil bajo pero con una actitud decidida a dignificar la profesión, sostenidos por una elección a toda costa.
-A Rosita Yunes que te acompaña en "Donde el viento hace buñuelos", cómo la definirías?
-También dirige algunas obras del grupo. Somos pareja… Tenemos una relación muy intensa porque pensamos lo mismo desde lo actoral y si no hubiera sido ella, no podría estar dirigiendo y actuando. Es una compañera excepcional, una actriz increíble de una enorme trayectoria premiada por el Instituto Nacional del Teatro el año pasado. Yo descanso en su mirada, en su cuerpo arriba del escenario, en su mente y en todo lo que me pueda decir como directora.
-¿Y a Rubén González Mayo?
-Ah… (Sonríe el actor y director sanjuanino). Como un obsesivo, una persona que no cree en las genialidades sino en el talento que forja todos los días y que no gasta balas en chimango. Cosa que entendió después de un largo tiempo… Es también un profesional que trata de dignificar la tarea de actor.
LA GIRA
La gira de "Donde el viento hace buñuelos" comienza el miérccoles 13 de abril en el Teatro Municipal de Cipolletti; el jueves 14, en Casa de la Cultura de Roca, funciones ambas a las 21:30; el viernes, a las 22, en el Teatro Ámbito Histrión de Neuquén; el sábado, a la misma hora, en La Hormiga Circular, Villa Regina; y el domingo 17, a las 21:30, en el Teatro de la Barda en Río Colorado.
Publicado en Diario "Río Negro", martes 12 de abril de 2016.

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