ÁCAROS ERIÓFIDOS
A fin del verano e inicio de otoño, los ácaros del agamuzado y erinosis del peral se movilizan predominantemente a las yemas de ramas de 2 años. Allí se ubicarán para pasar el invierno.
Las aplicaciones otoñales con polisulfuro son muy eficaces para su control. Se recomienda realizarlas en el caso de observar bronceado en el envés de las hojas o ampollas en brotes del año. Si aún no se ha realizado ninguna aplicación, todavía estamos a tiempo. En el caso de haberse realizado a fin del verano una aplicación, se deberá evaluar su eficacia. En el caso de observar individuos vivos en las yemas, se recomienda repetir el tratamiento.
PSÍLIDO DEL PERAL
En el otoño comúnmente se producen condiciones apropiadas para el desarrollo del psílido del peral. Debido al daño directo (posible vector de enfermedades) e indirectos por la producción de melaza con desarrollo de fumagina que provoca asfixia de yemas, se recomienda realizar un exhaustivo monitoreo en los montes de perales en especial los más vigorosos como en la cv Anjou. De detectarse su presencia, se deberá evaluar la aplicación con insecticidas para disminuir su población y evitar problemas futuros de mermas de rendimiento por muerte de yemas florales.
Fuente de información: Inta Villa Regina.
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