La joven tenía cuatro años cuando se adentró al mundo de los patines y lo que al principio solo era una actividad a la que concurría para ocupar su tiempo libre, luego se convirtió en una pasión. Recorrió varios clubes locales de Regina, pero fue en la escuela de patinaje del Círculo Italiano donde la joven encontró al entrenador que la motivó a dedicarse al patín artístico.
Allí entrenó por varios años junto a Jonathan Baquer hasta que de forma inesperada, la escuela se disolvió y con ello, su entrenador se mudó a Plaza Huincul. Sin embargo, esto no la frenó y su gran interés en el deporte la llevó a tomar la decisión de seguirlo hasta la localidad neuquina.
De Villa Regina a Plaza Huincul, es el trayecto que Josefina eligió realizar cada dos o tres fin de semana para poder reencontrarse con su entrenador de la infancia. A su vez entrena de lunes a viernes a distancia, utilizando las instalaciones del Círculo Italiano y de la Escuela 279, para no perder la práctica.
La joven cuenta que a los 6 años empezó a competir en torneos provinciales y a los 9 tuvo su primer experiencia en una competencia nacional en La Rioja. La euforia combinada con la adrenalina de competir, fue lo que le terminó por confirmar que el patín artístico era su lugar. Pero cuando comenzó a participar en las nacionales, otro problema que afectó a todo el mundo llegó: la pandemia por el virus Covid-19 y sus restricciones.
«Lo de la pandemia fue algo muy drástico, seguíamos entrenando pero no era lo mismo», indicó Josefina quien explicó que durante el 2020 continuó las clases desde el living o el garage de su casa frente a una cámara. Sus padres, Eduardo Lira y Vanina Massaccesi, expresaron que durante ese tiempo fue duro verla porque «se notaba que algo le faltaba, su humor no era el mismo. Cuando regresó a los entrenamientos normales, recién volvió a conectarse con el mundo».
Tras atravesar una pandemia, los entrenamientos para Josefina volvieron a tomar su rumbo y fue así que se le presentó la gran oportunidad de competir para clasificar en los Juegos Panamericanos Juveniles 2023.
Durante una competencia nacional en Mendoza, la joven y su entrenador se enteraron que se iba a realizar un Panamericano, pero para participar debía viajar hasta Buenos Aires y competir junto a otros equipos federales de Argentina.
En mayo Josefina viajó a la ciudad bonaerense donde logró clasificar tercera, «solo las cinco mejores eran las que tenían un lugar en el Panamericano», explicó. Luego tuvo que viajar a Córdoba a una instancia no competitiva pero de la que debía participar para recibir un entrenamiento intensivo. Tras cumplir estas etapas, la Confederación Argentina de Patín(CAP) le confirmó a Josefina que era una de las representantes elegidas.
Entre giros, saltos y acrobacias, Josefina Lira, se prepara ansiosa para la competencia y asegura que el haber clasificado para competir internacionalmente lo siente como un gran paso en su carrera deportiva, «me queda dar lo mejor de mí para hacer una buena presentación y después el resultado vendrá solo».
Si bien el lugar para Josefina ya está asegurado, hay un objetivo que su familia busca concretar y es asegurarse de que la joven pueda viajar junto a su profesor y su compañera, oriunda de Plaza Huincul, quien también clasificó para representar al país en Colombia. Explicaron que para ello están realizando venta de rifas para recaudar fondos y así pagar el viaje que tienen un costo superior a los dos millones de pesos. «Estamos dedicándonos estos días a seguir juntando fondos para tener el dinero lo antes posible», señaló Eduardo Lira.
El sueño de patinar y llegar a un mundial.
La forma en la que Josefina combina el esfuerzo físico con movimientos delicados y coreografías sobre ruedas fue lo que convenció a sus padres que este era el sueño que su hija elegía. «Nosotros vemos el esfuerzo que hace y es re lindo que ella cumpla sus objetivos porque todo lo que ha logrado a nivel deportivo es mérito de ella, a nosotros nos queda acompañar «, sostuvo su padre.
La joven reginense apostó todo a su vida artística y si bien en ocasiones implicó tener que perderse clases o reuniones familiares, logró nivelar sus actividades para no sentirse agotada y disfrutar de cada momento. «Por más que tenía que viajar, nunca pensé en dejar patín. Trato de poner el mayor esfuerzo para que me vaya bien».
Publicado en Diario Río Negro. Imágenes: Diario Río Negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario