Las tarifas eléctricas para un frigorífico de fruta, englobado en una pyme, subieron en las últimas seis temporadas más del 1.000%. Tomado este incremento en dólares, el indicador se ubica en el 155%.
Las empresas de la región aseguran que las nuevas condiciones de la distribuidora de energía, Edersa, ponen en serio riesgo comercial a todos los que quieran almacenar su cosecha para poder comercializarla en forma racional, a lo largo de todo el año, en los mercados externos e internos. Los cuestionamientos apuntan específicamente contra la resolución del Ente Provincial Regulador de la Electricidad (EPRE) 175/17, en la que se dispone un nuevo cuadro tarifario que eleva sensiblemente los costos de las pymes regionales.
Las cámaras de comercio de las distintas localidades del Valle de Río Negro, la Federación de Productores y los empresarios nucleados en la CAFI elevaron semanas atrás sendas notas de protesta para que se revea la resolución impuesta por el EPRE y ejecutada por Edersa.
Las tarifas de los grandes consumidores, en donde se encuentran encuadrados los frigoríficos, se dividen en tres partes bien diferenciadas: el costo de la energía, los impuestos y el valor agregado de distribución (VAD), variable que incluye el cargo comercial y el cargo por el uso de red. Es notable el crecimiento que registró el VAD en estos últimos años, donde también se enmarca la rentabilidad de la empresa.
Desde el EPRE aseguran que Edersa tiene que invertir para poder llegar con la máxima potencia que las empresas demandan y ésa sería la potencia que se fija todo el año (ver recuadro página 7). Sin embargo, los empresarios frutícolas no están de acuerdo con este concepto. “Las inversiones no pueden salir de las tarifas. Se hacen con capital propio y luego las recuperan a través de las tarifas. Aquí pareciera que se hace al revés”, detalló Pablo Cervi, titular de la CAFI.
Los frigoríficos, al tener la fruticultura un alto nivel de estacionalidad, se ven seriamente perjudicados con este modelo, ya que en gran parte del año no consumirán la potencia que exige Edersa pero, sin embargo, la deberán abonar.
Antes las empresas declaraban potencia por períodos trimestrales, los que luego se corregían. Con el nuevo esquema, este beneficio desapareció.
“Consideramos abusiva esta resolución ya que traslada ingresos de un sector a otro y provoca una seria pérdida de competitividad en toda la actividad frutícola, que ya está muy débil”, detalló Miguel Grasso, vocal de la Cámara de Industria de Roca (CAIC).
Publicado en Diario "Río Negro", 6/11/2017.
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