Finalmente, Pedro Amaranto será bautizado. Después de que el párroco local, Adam Rudnik le negara el sacramento porque fue concebido por fertilización asistida, hubo marcha atrás.
Soledad Castillo y Cristian Gariglio se reunieron con el obispo Marcelo Cuenca y tras su intermediación acordaron no sólo una fecha la ceremonia sino que además resolvieron que ellos dos tomarán la comunión, la confirmación y se casarán allí.
El bautismo será el 17 de diciembre; en marzo, el papá comenzará el curso para tomar la comunión, y luego, junto a Soledad, se prepararán para la confirmación con el objetivo de casarse ante la iglesia para mediados de 2018.
“Después de lo que nos pasó, una vecina nos avisó que el obispo iba a estar en Huergo, para que fuéramos a hablar con él. Tuvimos una charla en la que el obispo nos explicó que por ser de nacionalidad polaca el párroco de Huergo se expresaba mal, no conjugaba bien las palabras, y comenzó a interceder para conciliar”, contó Soledad . “El obispo se disculpó por lo que había hecho el cura e insistió en que hablemos”.
Esta semana, acudieron a la parroquia San Francisco Javier para tener un nuevo encuentro con el cura que días antes les había negado el bautismo para su hijo Pedro Amaranto .
Aunque el encuentro fue productivo, no se desarrolló en buenos términos. “El cura no dijo que habíamos entendido mal, y mi respuesta fue que no. Le contesté que no iba a ir a mentir a la iglesia y ante esa respuesta no dijo más nada. Nos había dicho que el modo de concepción de nuestro hijo era pecado, y que te digan que es un pecado se entiende bien acá y en cualquier otro lugar, no hubo motivo de equivocación” insistió Soledad.
No obstante, la charla permitió acordar el bautismo. “Nos ofreció que pongamos fecha y asumimos el compromiso de ir los domingos a misa”.
Además, Soledad y Cristian, que están casados por civil desde hace 12 años, propusieron casarse por iglesia en 2018. “Mi marido nunca tomó la comunión ni se confirmó, yo no me confirmé. Por eso en febrero nos vamos a anotar para hacer el curso de comunión y de confirmación en la parroquia de Huergo, y luego para mediados de 2018 ya estamos planificando el casamiento por iglesia”.
El origen del malentendido.
El problema con el bautismo se originó a mediados de octubre, cuando Soledad y una de sus hermanas concurrieron a la parroquia San Francisco Javier de Huergo para solicitar turno para el bautismo.
El padre Adam Rudnik “me empezó a hacer varias preguntas: qué edad tenía el bebé, el nombre, si estaba casada, y si tenía hijos más grandes. Le contesté que era el único y que era por inseminación.
“Ahí estamos en problemas” fue la respuesta del cura. “Me dijo que era pecado”.
Soledad le contó a “Río Negro” que estuvo muchos años buscando este bebé y que tuvo que esperar a la segunda inseminación para poder quedar embarazada del nene, que nació hace 4 meses.
De lo publicado en Diario "Río Negro", 4 de noviembre de 2017.-
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