Las temporadas del 2011 y el 2012 quedarán en la historia de la fruticultura del Alto Valle de Río Negro y Neuquén como dos de las más complejas. La principal actividad económica de la región transcurre por un escenario dinámico que exige reflejos felinos, un talento que no todos poseen.
El negocio que en los años 60 y 70 convirtió a los productores en pujantes emprendedores ha soportado una profunda transformación. En los últimos años los costos de producción se acrecentaron, mientras que el precio de la fruta no acompañó. Para algunos incluso -el micro empresariado con pocas hectáreas a su cargo- , la actividad tiene un sentido más afectivo que económico.
En 2011 el granizo afectó el volumen de la cosecha y este año las restricciones impuestas por Brasil hizo que el sector perdiera US$ 4 millones por semana al no poder trasladar su fruta a destino. Durante el conflicto con Brasil, que se mantiene en forma parcial, se produjeron caídas en las ventas superiores al 35%, según la Cámara de Comercio de Neuquén y Río Negro. Los Fruticultores Integrados (CAFI) aseguran que en el primer cuatrimestre de 2012 las exportaciones de manzanas y peras tuvieron una caída del 30% en relación al 2011. Las pérdidas llegan a US$ 70 millones. La suba de costos generales y ausencia de créditos para tecnología, constituyen su propia agenda de reclamos.
Fuente de información: iECO CLARÍN - 20 de agosto de 2012.
http://www.ieco.clarin.com/economia/Costos-altos-perdidas-millonarias_0_758924180.html
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