“LA AGRICULTURA ES LA MADRE FECUNDA QUE PROPORCIONA TODAS
LAS MATERIAS PRIMERAS QUE DAN MOVIMIENTO A LAS ARTES Y AL COMERCIO”. MANUEL BELGRANO.
Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano es uno de “los
grandes entre los grandes” de Sud-América que ha sobresalido por su formación,
su visión, su pasión por el estudio y la investigación.
El General Manuel Belgrano nace (y fallece) en la casona
de su familia, a pocos metros del convento de Santo Domingo.
Su madre Doña Josefa
González Caseros era una criolla de
familia aristocrática de Buenos Aires con ascendencia española e italiana.
Su padre Don Domingo
Francisco Belgrano Peri nació en Oreglia, pequeño pueblo de Liguria, Italia.
Fueron sus padres Carlos Félix Belgrano y María Gentile Peri. Sus antepasados
se habían destacado desempeñando funciones públicas al servicio de la República
de Génova y de los duques de Saboya. Era el padre de Don Manuel Belgrano un comerciante italiano emigrado primero a Cádiz
(España) y luego a América, donde se hizo ciudadano español. Radicado en Buenos
Aires desde 1751, el comercio monopólico
desde la Colonia con España le permitió lograr una buena posición económica y
en la milicia alcanzó el grado de capitán.
Si bien Belgrano en lo personal nunca se dedicó a la
explotación agrícola ni ganadera, su contribución ha sido más importante que la
de muchos de los primeros patriotas contemporáneos que si se dedicaron a ella.
El 6 de agosto es el “DIA DE LA ENSEÑANZA AGROPECUARIA, DEL
ING. AGRÓNOMO Y DEL MÉDICO VETERINARIO”.
Mucho le debemos los argentinos al Gral. Belgrano.
La Educación Agropecuaria en la Argentina surge como consecuencia
de las corrientes inmigratorias que existieron en nuestro país querido,
fundamentalmente en la mitad del Siglo XIX.
Estas corrientes de inmigrantes se afincaron principalmente
en el campo.
Es así que las Escuelas Agrarias son instituciones socializadoras que contribuyeron a la integración de los habitantes del país en for formación y a vez preparaba para la inserción laboral en una economía agroexportadora.
Manuel Belgrano fue su precursor y quien afirmó que la construcción de una nueva Nación debía descansar en tres pilares: la agricultura, la industria y el comercio.
Expresó que no podía existir la industria y el comercio si no había agricultura y que el labriego debía tener la virtud de querer, la capacidad de poder y la oportunidad de saber. La virtud estaba referida al amor a la tierra y a su producción.
En 1883 se inician en Argentina, en el Instituto Santa
Catalina de Lomas de Zamora, Buenos Aires, los primeros estudios agrícolas y
veterinarios.
Se celebra el "Día de la enseñanza agropecuaria" y
adhesión a ello también los días del Ingeniero agrónomo y del Veterinario, dos
disciplinas profesionales que en nuestro país están enlazadas por un origen
común: el del Instituto Superior Agronómico Veterinario de la provincia de
Buenos Aires, fundado el 6 de agosto de 1883 en Santa Catalina.
Por una Ley del 30 de septiembre de 1868, el Gobierno de la
Provincia de Buenos Aires, dispuso la creación de un Instituto Agrícola. Es así
que se adquirió el establecimiento Santa Catalina en Lavallol. Dicho
establecimiento comenzó a funcionar como una escuela para niños huérfanos, a
cargo del Ingeniero Agrícola Don Eduardo Olivera, quien fuera egresado de la
Escuela de agricultura de Grignon (Francia). La escuela funcionó durante ocho
años, cerrándose por falta de inscriptos.
Posteriormente en el año 1881, se promulgó la Ley 1424, que
diera origen al Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina.
El 6 de agosto de 1883 se inaugura el Instituto Agronómico
Veterinario de Santa Catalina, contando con diecisiete alumnos internos. Al año
siguiente se inscribieron cincuenta y un alumnos internos, por lo que hubo
necesidad de ampliar el número de profesores. Fue el primer Instituto de
estudios superiores de veterinaria en el país. El mismo, se trasladó en 1890 a
la ciudad de La Plata pero ya funcionando como Facultad de Agronomía y Veterinaria.
En la Argentina la Educación Agropecuaria es un tipo de educación vital para impulsar el desarrollo agropecuario en una una Nación que debe formar a los educandos para que sean agentes constructores en el desarrollo de la comunidad y la región. Y que la Educación Agropecuaria, también, sirva para el fomento de la cultura del trabajo, de la importancia de la producción.
Desde la ESCUELA AGRARIA ALTO VALLE ESTE saludan a todas las personas relacionadas con la Educación Agropecuaria, a los Ingenieros Agrónomos, que directa o indirectamente comparten la tarea de enseñar, Médicos Veterinarios, Agrónomos, Licenciados en Administración Rural, y todo personal relacionado con las Ciencias Agropecuarias y los insta a seguir trabajando, estudiando, colaborando, sumando voluntades, para poder modelar y luego conducir impactos significativos como principal fuente de recursos económicos a nivel regional, provincial y nacional.
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