El arte y la historia se combinan en dos esculturas que recrean la llegada de los inmigrantes a Regina.
En las esculturas se logra apreciar a la mujer que demuestra estar cansada después de un largo viaje y con ropa grande evidenciando que su idea era salir de su país para no volver más. En tanto, el hombre tiene un rostro en el que se caracteriza el enojo y el dolor por la situación que los llevó a abandonar su país, pero con la esperanza de que lo mejor y una nueva vida está por venir.
“Dependiendo el tipo de madera y su forma, cada escultura tiene su punto de dificultad. En este caso no resultó fácil colocar a la mujer dentro de un árbol que tiene dos partes y a la hora de hacer a su pareja, éste tenía que mirarla porque esa es la unión, tienen que estar unidos en la vida y para la foto”, explicó Francisco durante la mañana del viernes mientras dejaba la motosierra tras haber concluido la talla directa y ultimaba los detalles con distintas máquinas (mola y lijadoras).
Reconocido por sus esculturas en tronco y murales tallados en distintos puntos de la región, el escultor de 58 años señaló que comenzó con sus primeras intervenciones a los 18 años. “Un día me preguntaron si me animaba a hacer la escultura de un animal y desde entonces no paré más”, dijo el hombre cuyo arte ya se puede apreciar durante los últimos años en localidades de Valle Medio como Belisle y Lamarque.
“Es un gran orgullo que a la gente le guste lo que hago y cómo está quedando este punto emblemático de la ciudad por ser donde comenzó todo. En lo personal la satisfacción es doble porque mi mujer es reginense y me está acompañando, por lo que no solo disfruto de mi trabajo sino también de esta hermosa ciudad”, concluyó Francisco.PUBLICADO EN LA COMUNA DE VILLA REGINA.
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