EL SENDERO DE LA DESIDIA.
La historia cuenta que el Contador Carlos Peralta Intendente de Villa Regina tenía el sueño de inaugurar un lugar que fuera la atracción de aquellos visitantes de la Perla del Valle y punto de encuentro de los reginenses a la hora de ascender o descender de la alta barda.
Fue así que en marzo de 2006 se inauguró, ante la presencia de cientos de reginenses, el Sendero a la Capilla.
En la retina de muchos permanecen imágenes como la bajada de los Reyes Magos o el ascenso de corredores en alguna edición del Trekking al Indio Comahue.
Más allá de la pandemia, hoy sería imposible concretar algo similar, o incluso es peligroso intentar bajarla o subirla.
Las gestiones pasaron y el lugar parece haber quedado al margen de la agenda de mantenimiento. Pero también es importante destacar que la responsabilidad de semejante estado, no es solo de los actores políticos. Porque los alambrados arrancados voluntariamente y que servían como contención es responsabilidad de nosotros como vecinos, al igual que los palos y los carteles arrancados de cuajo o las pintadas con aerosol, los bancos destrozados y una larga lista que continúa.
Cuando googleamos Sendero a la Capilla aparecemos en Tripadvisor y es uno de los paseos obligados para los visitantes.
Todos somos responsables, todos debemos cuidar nuestros lugares, nuestra ciudad, los espacios verdes, porque son nuestros. Y aquellos que tengan la responsabilidad de mantenerlos, simplemente deberán hacer eso.
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