sábado, 3 de marzo de 2012

Vitivinicultura en la Patagonia Norte.

Hay 3.399 ha cultivadas con vid en Río Negro y Neuquén Según un reciente relevamiento aún hay mucha superficie con variedades poco demandadas.
Pequeños y medianos productores dominan el escenario vitivinícola en la Patagonia Norte, muchos de ellos en edad avanzada, con maquinaria de trabajo en regular condición o directamente obsoleta y con escasa continuidad de hijos o nietos en el proyecto productivo.



A ello se suman un alto porcentaje de variedades de escaso valor enológico, un bajo rendimiento de los viñedos tanto de uva de mesa como para vinificar, problemas con las heladas tardías y altos costos de producción.



No obstante la problemática enumerada, muchos de los productores que se dedican a la vitivinicultura en la región están convencidos de que la actividad podría incrementarse y manifiestan su predisposición para conformar sociedades o cooperativas y su voluntad de continuar al frente de sus emprendimientos durante los próximos años.



Lo antedicho integra las conclusiones de un trabajo presentado recientemente en la región, "Estado de situación del sector vitivinícola de Patagonia Norte", realizado por el Centro de Desarrollo Vitícola. La tarea estuvo a cargo del ingeniero agrónomo Ricardo Tello Najul, quien contó con la colaboración de técnicos del INTA Alto Valle y miembros del Consejo Local Asesor del CDVPatNor.



Basado en datos estadísticos de los últimos dos censos vitícolas realizados por el Instituto de Vitivinicultura, el informe concluye que en los últimos diez años ambas provincias mostraron distintas trayectorias productivas en el cultivo de la vid.



Se cita como ejemplo que en Neuquén el incremento en superficie implantada con vid en la última década fue de nueve veces, mientras que la cantidad de viñedos aumentó alrededor de cuatro veces. El incremento de superficie implantada estuvo ligado indefectiblemente a la instalación de grandes empresas vitícolas en la zona del Chañar y Añelo. (Ver infografía).

(agrandar si desea visualizar mejor)
Por el contrario, en Río Negro las cifras muestran una disminución de la superficie cultivada del orden del 32% mientras que la cantidad de viñedos también sufrió un descenso, del 26%.



Para la realización del diagnóstico se relevó a productores vitícolas primarios, tanto pequeños como medianos y grandes, a los que se sumaron las bodegas de ambas provincias. Según el trabajo, fue relevado un total de 2.899 hectáreas.



Es sabido que la actividad primaria principal de los valles irrigados de la región norpatagónica es la producción de frutales de pepita. La mayoría de los productores encuestados cuenta en sus explotaciones con una importante superficie destinada al cultivo de manzanas y peras. Según el diagnóstico del Centro de Desarrollo Vitícola, del total cultivado en las chacras relevadas el 30% corresponde a vides, lo que demuestra el grado de diversificación que han alcanzado los productores.



Por otra parte, en la provincia de Neuquén hay un predominio neto de productores con una sola propiedad, pero en Río Negro entre un 25 y un 30% poseen más de una chacra. Con respecto a la residencia en la zona rural, en Neuquén el 70% de los productores vive en su chacra, mientras que en Río Negro esa relación se ubica en el 58,6%, es decir que prácticamente uno de cada dos productores tiene su lugar de residencia en la ciudad.



En Neuquén y el Valle Inferior la superficie cultivada con vid por productor es más baja que en el resto de las zonas. En Neuquén esa relación alcanza las 2,81 hectáreas por productor, mientras que en el Valle Inferior es de 3,3 hectáreas por productor.



El índice más alto en este sentido lo alcanza el Alto Valle, con un promedio de 6,67 hectáreas cultivadas por cada productor.



Respecto de la estratificación por superficie cultivada, el trabajo muestra que en Neuquén hay un mayor porcentaje de productores con chacras de reducida superficie (entre 0 y 5 hectáreas) que en Río Negro.



En la provincia neuquina, el 75% de los productores dedicados al cultivo de la vid lo hace en una superficie menor a las tres hectáreas, mientras que en Río Negro dicho valor es del 47%.



El trabajo destaca que, regionalmente, la mitad de los productores vitícolas vende su producción a bodegas, en tanto que el resto busca la producción de uva de mesa y el vino casero o artesanal.



Quienes deseen contar con el informe completo pueden solicitarlo a rtello@correo.inta.gov.ar
*** Fuente de información e imágenes: suplemento "El Rural" del Diario "Río Negro", sabado 3 de marzo de 2012.

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