miércoles, 28 de junio de 2023

Volvieron al hotel que los cobijó, con canas pero con mil anécdotas para recordar.

 

En Villa Regina y en el histórico Hotel Virginia, un grupo de visitadores médicos jubilados  volvió a reunirse muchos años después.

Es el de traje y corbata, impoluto, que desentona en un pasillo con gente impaciente, que tiene fiebre, tos o se retuerce por algún malestar. Y aunque algunos se enojen porque al abrirse la puerta del consultorio tienen el visto bueno del médico para ingresar con prioridad, es una visita corta y esencial para todos los pacientes. Llevan en bolsas que acarrean o valijas bien lustradas, las novedades de la industria farmacéutica, drogas que curan, que mejoran la calidad de vida y siempre dejan las “muestras médicas” que alivian el bolsillo y sirven para iniciar un tratamiento.

Ser visitador médico, “valija” o agente de propaganda médica, es una profesión que se construye en el día a día y demanda "gastar las suelas de los zapatos" para que la jornada rinda. Hay que tener presente las características de cada producto, programar y cumplir con las visitas a consultorios, clínicas y hospitales, preparar los blíster de muestras, organizar las giras, entre otras actividades, y lograr el objetivo principal: que el médico prescriba ese medicamento que viaja en portafolio de promoción.

Hoy, un grupo de visitadores médicos de la región del Alto Valle que se jubiló hace varios años, regresó al mítico hotel Virginia, ese hospedaje que los alojó en otros tiempos, cuando las comunicaciones eran muy distintas a las de ahora y viajar a “La Perla del Valle” era una gira de trabajo con mucho movimiento.

El reencuentro con los dueños del Virginia, Elsa y Alejandro, fue por demás emotivo. La misma hospitalidad, el mismo trato familiar y la exquisita comida casera que siempre tuvo la cocina del hotel. Almuerzo de por medio, hubo en el restaurante del hotel mil anécdotas de cuando los “valijas” que regresaron paraban en ese lugar para descansar en tres o cuatro jornadas corridas de trabajo en Villa Regina.

“Fue un momento de mucha felicidad para nosotros. Regresaron huéspedes del hotel pero también amigos, porque acá los recibimos durante largos años mientras estuvieron en actividad, en la visita médica”, contó el matrimonio que mantiene las puertas abiertas del Virginia desde 1960.

En la actualidad las giras a Villa Regina ya no son como las de antes. Muchos laboratorios retiraron esa plaza o dejaron de pagar los viáticos para que sus promotores lleguen a ese destino y se alojen allí. Todos es más express. Hay menos visitadores médicos hospedándose en el hotel y viajantes en general pero el Virginia sigue de pie, con sus puertas abiertas, brindando un excelente servicio, con la calidez que sólo tienen los hoteles familiares - como dice el dicho - atendido por sus propios dueños.

Publicado en Diario "La mañana de Cipolletti".

https://www.lmcipolletti.com/volvieron-al-hotel-que-los-cobijo-canas-pero-mil-anecdotas-recordar-n1036264

28 de junio del 2023.

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