La helada de ocho horas del 31 de octubre hizo un desastre en las viñas.
Los viñedos de Río Negro fueron dañados entre un 70 y 100 % por las heladas y el granizo. El impacto mayor se dio por la helada tardía de la noche del 30 y madrugada del 31 de octubre. Duró más de 8 horas, con mínimas que alcanzaron los –5,0ºC.
En peras y manzanas, las estimaciones de daños son de un 30% de pérdidas, pero aún no está todo fiscalizado, ya que hubo lugares con muchísimo daño y otros que no lo tuvieron.
Mientras siguen entrando las declaraciones juradas de productores a Fruticultura, resta conocer el impacto en la calidad. Se conocerá recién a mediados de diciembre.
Teniendo en cuenta la superficie implantada, las principales variedades afectadas fueron Malbec, Pinot Negro, Merlot, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Semillón, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Torrontés, entre otras, como uvas de mesa.
Afectará a los obreros temporarios.
Consideran que para inicios del próximo año llegarán menos trabajadores rurales desde el norte.
Dentro del gobierno rionegrino no hay dudas sobre el impacto negativo que generarán las heladas tardías y el granizo en el mercado laboral de la región.
El primer efecto ya se siente con el raleo, que demandará menor cantidad de trabajadores.
A principios del 2023 quienes sentirán el rigor serán los obreros temporarios, que habitualmente llegan desde otras provincias para la cosecha.
“En vez de dos pasadas, esta vez será solo una, por lo tanto el tiempo de trabajo se reducirá en forma notable”, indicó el ministro de Producción, Carlos Banacloy.
Y en paralelo, la menor cantidad de fruta de calidad repercutirá en la actividad de los galpones de empaque, afectando un rubro que moviliza a más de 10.000 personas cada año en la región.
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