Coronavirus en Río Negro: urgen los testeos masivos.
Gracisco Galeano*
Es posible que exista alguna razón para restringir los testeos cada vez más. Si es así, expliquen por qué no hay más testeos que permitan aislar a los asintomáticos.
Como sabemos, en los primeros días de septiembre Argentina ingresó en el ranking de los 10 países con mayor cantidad de casos, detentando hoy el puesto número 9. Lamentablemente, el país también está entre los 20 países con mayor mortalidad por cantidad de casos, con 348 muertes por millón de habitantes, índice que trepará en las próximas horas a 435 p/M, cuando se contabilicen las muertes recién denunciadas por la provincia de Buenos Aires.
Al inicio de la pandemia me comuniqué con autoridades de la Provincia de Río Negro, primero para sugerir el uso obligatorio de las máscaras, cosa que se normativizó allá por los primeros días de abril, y a un mes de decretado el aislamiento obligatorio en el país. En aquel momento también sugerí los testeos masivos y la utilización de la app de la OMS para el seguimiento de pacientes covid positivos, sabiendo que en pocos meses tendríamos más de 1.000 casos para seguir en cada ciudad importante de Río Negro. Me quedé corto.
Esta app es gratuita y permite el monitoreo y georreferenciación de los covid positivos y sus contactos estrechos. En esa oportunidad se me dijo que estaban realizando una app semejante con intervención de Invap. Hace poco, y a raíz de la promoción de los vuelos sanitarios, escribí en un portal del gobierno sugiriendo la compra de un helicóptero y la formación de un equipo “ad hoc” para las derivaciones regionales de pacientes críticos, dado que el avión con que se cuenta, además de ser inseguro para las derivaciones, no es la herramienta más apropiada para derivación de pacientes de riesgo en distancias menores a 1.000 km.
Hace un mes, por este mismo medio, hice pública nuevamente mi convicción de la necesidad de testeos masivos. Hoy lo repito porque siento la necesidad de expresar mis opiniones ante la llamativa ausencia de la voz de las entidades sanitarias colegiadas de la provincia y las universidades nacionales de la región. No me impulsa ninguna intención distinta que aportar ideas para que puedan ser debatidas y cambiadas por otras mejores o descartadas con documentación respaldatoria que la invalide.
Vuelvo a escribir porque este lunes pasado Argentina muestra uno de los peores índices de testeos del mundo (42.065 test p/M), situándose en el puesto número 124 de los 208 con datos confiables. Alguien podría argumentar que estar un poquito por debajo del promedio no es tan malo. Ocurre que, si analizamos los 84 con peores rangos de testeos que Argentina, la asociación entre la falta de testeos y la evolución que va teniendo esta pandemia en Argentina será más elocuente.
De estos 84 países con peores cifras, 30 son países africanos (Sudán, Egipto, Nigeria, Guinea, Madagascar, Angola, Mali, Malawi, Burundi, Mozambique, Camerún, Costa de Marfil, Macao, Gambia, Zambia, Lesotho, Kenya, Uganda, Senegal, Togo, Zimbabwe, Ethiopia, Ghana, Benin, Mauritania, Tunisia, Eswatini, Libia, Ruanda y Namibia).
Seis países prácticamente sin casos como Eswatini (101 casos y 3 muertos), Papúa Guinea (10 casos), Laos (23 casos), Islas Fiji (32 casos), Antigua y Barbuda (101 casos), Liechtenstein (117 casos).
Otros 9 países con pocos casos en total como: Taiwán, Haití, Tailandia, Jamaica, Belice, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Surinam, Réunion. Por último otros 17 países exóticos para nosotros, o con quienes no solemos compararnos, como: Sri Lanka, Mongolia, Afganistán, Myanmar, Bangladesh, Santo Tomé y Príncipe, Curaçao, Laos, Camboya, Pakistán, Bangladesh, Indonesia, Albania, Filipinas, Nepal, Kyrgyzstan y Uzbekistán.
Países con enorme disciplina de la población como Japón tienen menos testeos pero solo cuentan con 1.545 muertos y 81.900 casos; el otro es Paraguay, con solo 803 muertos.
México es un país que testea menos que Argentina (12.929 test p/M) y detenta cifras peores que las nuestras, con 730.000 infectados y 76. 500 muertos.
Es posible que exista alguna razón para restringir los testeos cada vez más. Si es así, expliquen por qué no hay más testeos que permitan aislar a los asintomáticos. Sería necesario que nos digan por qué no se utilizaron tecnologías modernas de seguimiento de pacientes, siendo que son gratuitas y de probada eficacia. Todo aquel que haya padecido covid o sea contacto estrecho sabe positivamente que los controles de seguimientos en muchos casos fueron nulos o deficientes. La falta de testeos ha llevado a indicar el mismo lapso de aislamiento a un paciente infectado que a un contacto que posiblemente desarrolle la enfermedad cuando se cumpla la fecha de aislamiento. No es tarea fácil seguir clínicamente a miles de personas, pero es por ello que debemos replantearnos cuál es la mejor estrategia.
Uno de los métodos más eficaces para detener la propagación de este mal es realizar testeos masivos que permitan detectar personas infectadas pero asintomáticas y, de esta manera, aislar a ellos y a sus contactos, y así disminuir la circulación viral.
Los escasísimos 2.008 casos y 47 muertes que presenta Uruguay fue, entre otras cosas, gracias a que realizó 229.518 testeos para encontrar los asintomáticos y aislarlos a ellos y sus contactos.
Reitero: no es mi intención criticar a nadie sabiendo que es una situación sumamente difícil para cualquier gobernante, pero es por ello mismo que creo necesario que escuchen todas las voces que puedan aportar alguna solución a esta problemática.
* Médico
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