martes, 24 de enero de 2012

EL GRANIZO DESTRUYÓ FRUTAS Y HASTA PLANTAS EN EL VALLE.



La feroz tormenta afectó chacras de Roca, Cervantes, Huergo y Mainqué.
Desolador panorama. Algunos productores perdieron toda la cosecha.


No dejó nada en pie. No solamente arrasó con la fruta que estaba a punto de ser cosechada sino que el granizo también terminó generando daños importantes en las plantas, lo que anticipa pérdidas importantes para la próxima temporada.
Así de complejo es el escenario frutícola que dejó el temporal que cayó el sábado -de agua y piedras- en las localidades de Cervantes, Huergo y Mainqué, y que también afectó una franja al sur de General Roca.
“Hicimos un recorrido por algunas chacras y el panorama era desolador. En algunas plantas no dejó fruta en pie”, dijo ayer el presidente de la Federación de Productores, Manuel Mendoza, al realizar una primera evaluación sobre los daños que dejó el temporal.
Tal fue la magnitud del fenómeno que el dirigente aseguró que estos daños se pudieron ver hace diez años atrás, cuando un fenómeno meteorológico similar también afectó la zona rural de Huergo.
“Donde había algo plantado ahora se ve todo pelado”, explicó Mendoza quien aseguró que por ejemplo varias chacras de Mainqué que tenían viñedos quedaron totalmente arrasadas.
Aclaró que para tener una cifra de la totalidad de las hectáreas afectadas por el granizo habrá que esperar las declaraciones juradas de los chacareros en las distintas cámaras. Recién ahí evaluar los pasos a seguir por parte de la Federación.
Fuentes consultadas por este diario indicaron que entre las tormentas de granizo que se dieron en los últimos días, se perdieron aproximadamente unos 50 millones de kilos de fruta, aunque no toda esa cifra estaba asegurada.
El daño se multiplica si se tiene en cuenta que también la planta sufrió daños. “Se puede observar claramente cómo se partieron o cayeron las ramas. Esto va a golpear fuerte el próximo años. Se perdió el cien por ciento y más también”, resumió el titular de la entidad que agrupa a los productores de la región.
El impacto sobre los productores hortícolas no fue menor. Muchas plantaciones quedaron bajo agua por lo que las pérdidas para ellos también fueron totales.
La manga de granizo también afectó la zona sur de General Roca donde varias chacras -según la información extraoficial que manejaba Mendoza- perdieron buena parte de su producción.
El fenómeno climático tuvo mayor incidencia en la zona de Mainqué, donde virtualmente arrasó con todas las plantaciones frutícolas, dejando las plantas sin frutos ni hojas.
La tormenta de piedra y granizo se extendió por alrededor de 35 minutos. Según las estimaciones, de acuerdo al relevamiento de daños que comenzó a realizar la Cámara de Productores Agrícolas de esta localidad, el fenómeno tuvo una extensión de alrededor de cuatro kilómetros, por lo que abarcó toda la zona productiva desde la costa del río Negro hasta el límite con la barda norte a lo largo de unos seis o siete kilómetros; prácticamente desde Cervantes hasta los límites con Ingeniero Huergo.
“La tormenta arrasó con todo, destruyó la producción, por eso hay una gran malestar y una gran preocupación entre todos los productores de Mainqué”, señaló por su lado el presidente de la Cámara de Productores de esta localidad, Miguel Pizzi.
Indicó que “fue tremendo porque comenzó la lluvia e inmediatamente comenzó a caer el granizo. La magnitud fue tal que en algunos sectores hubo una acumulación de entre 10 y 15 centímetros de piedra”.
En este sector, donde se concentra una importante cantidad de las plantaciones de vides, los daños fueron totales. “El sábado habíamos estado trabajando en el atado y cobertura de los racimos, y hoy (por ayer) vinimos para ver qué había quedado, y la tormenta destrozó todo”, comentaron.

Unos 50 millones de kilos perdidos.
Desde J. J. Gómez hasta Stefenelli hubo chacras que perdieron la totalidad de la cosecha con el granizo del fin de semana. Así lo aseguró ayer a este diario el ingeniero Andrés Paternolli, responsable de Seguros Agrícolas de la firma Sancor.
Según indicó, con la tormenta de estos días, además de las que se dieron en el inicio del año en las distintas zonas productivas de la región, se podría hablar de la pérdida de unos 50 millones de kilos, cifra que no estaría asegurada en su totalidad.
Este diario pudo conocer que, tomando sólo como parámetro un precio indicativo de 0,20 centavos de dólar, se habrían perdido unos 10 millones de dólares en lo que va de esta cosecha.
Paternolli explicó que según estimaciones en base a datos que manejan ingenieros de la firma, se perdió con los fenómenos climáticos un tercio de la producción del Valle. El ingeniero dijo que también desde Mainqué a Cervantes hubo pérdidas muy importantes, en algunos casos del 100% de la cosecha y en otros un poco menos.
Sancor registraba hasta ayer 150 denuncias de chacras aseguradas por ellos que habían sido seriamente dañadas por el granizo. La más asegurada es la pera Williams y le sigue la manzana Gala.

En Mainqué buscan alternativas.
A partir de los daños registrados en la zona rural de Mainqué, convocada por la Cámara de Productores de este localidad, anoche al cierre de esta edición se llevaba adelante una asamblea de productores con el secretario de Fruticultura, Oscar Rolo.
"En mayor o menor medida todos los productores de Mainqué se vieron afectados por la tormenta de granizo y piedra, y por este motivo es que se convocó al secretario de Fruticultura, para analizar la situación y buscar alternativas para aquellos que perdieron todo", apuntó el titular de la Cámara de Productores Agrícolas de Mainqué, Miguel Pizzi.
"Personalmente veo que la situación es muy compleja, muchos productores perdieron todo, no quedaron ni hojas en las plantas y si muchos de ellos no cuentan con seguro antigranizo no les quedan muchas alternativas: tienen que alquilar o vender sus chacras", comentó el presidente de la Cámara de Productores.

*** Fuente: Diario Río Negro, edición Nro. 22.790, página 6-7 (regionales).


FOTOS RECIBIDAS DE LOS DAÑOS EN VIÑEDOS DE CHACRAS DE MAINQUÉ.


Informe de Susana Yappert.
Fuente de información: Fruticultura del Sur 23-1-2012.
http://www.fruticulturasur.com/
En plena temporada toda la producción del Alto Valle fue afectada por el clima. La última tormenta tuvo como epicentro una de las principales zonas viñateras de Río Negro. En Cervantes y Mainqué, donde existe la mayor cantidad de viticultores independientes de la provincia, muchos viñedos sufrieron pérdidas totales que comprometen la producción de esta temporada y, por rotura de plantas, de temporadas venideras.
Desde octubre hasta la fecha se registraron al menos 5 tormentas con granizo en el Alto Valle y Valle Medio. El efecto del clima sobre la producción es inocultable, aún cuando el principal diario de la región no lo tenga entre sus titulares.
En su último boletín FruticulturaSur.com publicó los efectos del granizo del 7 de enero sobre la zona de General Roca. La producción afectada, según la principal aseguradora de la región, rondaba los 30 millones de kilos de peras y manzanas y se extendió sobre unas 3. 500 hectáreas. El granizo de Reyes sería el tercero, y el episodio más grave hasta el sábado 21 de enero, cuando otra tormenta de intensidad dejó sin producción a chacareros y viñateros de Cervantes a Villa Regina.
Este medio informó el importante daño del granizo en frutas de pepita. Pero la última tormenta también provocó un fuerte daño sobre la producción vitícola, aunque en zonas cercanas a General Roca, el daño para las vides comenzó con la tormenta del 7 de enero.
Bodegueros y viñateros consultados señalaron que el impacto fue tan grande que afectará a la producción del año próximo y, en algunos casos extremos, en los próximos dos años. Esta vez el epicentro del fenómeno meteorológico fue en la zona de Cervantes a Huergo, en todo el ancho del Valle. Allí se encuentran bodegas como Chacra, dedicada a la producción de la variedad Pinot Noir. Según estimaciones preliminares de Hipólito Constantino, gerente de ese establecimiento, sus pérdidas alcanzan un 60%.
En la misma zona de la bodega del italiano Piero Incisa della Rocchetta, Mainqué, hay fincas que registraron pérdidas totales. En cambio, en la zona de Valle Azul, donde se sitúa el establecimiento Noemía, no se registró piedra, pero sí mucha lluvia.
Un productor e ingeniero agrónomo de Cervantes que tuvo daño menor, reseña que el impacto fue desigual en las distintas zonas y que si bien tuvo pérdidas bajas, la última piedra afectó mucho. “El sábado 21 se registró en la zona de Cervantes-Mainqué daño mecánico, que es la rotura de frutos, brotes, troncos y estructuras de soporte; inclusive infraestructura de canales, desagües calles y puentes; pero también daños sanitarios que son los derivados de la gran cantidad de agua caída que afecta a plantas dentro de terrenos anegados, con mucha humedad permanente, de más de 3 días, en raíces y brotes, que pueden dar inicio a procesos de desarrollo de hongos como la peronospora en hoja, la botritis en grano y en casos extremos pudrición y hongos en raíces. Esto además conjugado con hongos en madera dañada por las piedras que afectará el brote del próximo año”, detalló.
FruticulturaSur.com indagó entre productores viñateros por datos precisos sobre el nivel de daño provocado. La respuesta generalizada se resume en que “hoy no hay ningún organismo público que se haga cargo de evaluar los daños”. Con el cambio de gestión provincial, la Dirección de Vitivinicultura, que insumía alrededor de 600 mil pesos mensuales en salarios, dejó de existir. En consecuencia sólo queda estimar en función de los dichos de los productores de las zonas dañadas. También se esperan los resultados de una evaluación que habría comenzado a elaborar la EEA Alto Valle de INTA.
La totalidad de los productores consultados se mostró muy molesto con el principal medio gráfico regional, que sigue sin informar sobre la gravedad de la situación, en vista a que el clima afectó seriamente la totalidad de la producción regional.

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