Esta vez, a diferencia de lo ocurrió en el fín de semana previo al eclipse, los paradores se vieron prácticamente vacíos, pero el descontrol se trasladó al borde del mar.
“A los comerciantes nos exigen protocolos y después los pibes se juntan a metros de los comercios sin respetar nada y nadie los controla” expresó, indignado, el proveedor de un parador, que viralizó una foto que muestra una de las escenas que pudo verse esta madrugada en la costa.
En otra foto se muestra también un vallado que puso el parador de la quinta, al que el municipio le permitió poner mesas en un sector de costa. El resultado fue que ese espacio estuvo vacío, y, fuera de la valla, se pudo ver una aglomeración que nadie dispersó.
Lo cierto es que, en estos días festivos, sigue preocupando la actitud de la gente y la falta de controles de parte del Estado, que no desalienta las aglomeraciones y reuniones masivas en la playa.
"Desde el área de comercio pidieron que la policía intervenga" aseguró el secretario de gobierno municipal Joaquín Landívar. Sin embargo, en los espacios públicos, no se vio la intervención de las autoridades.
Publicado en Diario "Río Negro", 25 de diciembre del 2020.
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