A Oscar Ibargüen le encanta acelerar y lo demuestra en cada oportunidad que tiene. Esta vez le tocó hacerlo en la Vuelta de la Manzana, donde dominó de principio a fin con su Honda. La ventaja renovó la polémica en la Clase A-7, con una frase de Daniel Llanos que no pasó desapercibida.
Ibargüen no tuvo contras desde el mismo inicio. Ni Llanos ni Alejandro Cancio, quien quedó a 1s 9/10 del segundo con un gran trabajo en la parte final de la etapa, pudieron complicarlo.
Cancio demostró que los Renault 18 siguen siendo competitivo, al meterse en la pelea con los autos de nueva generación.
Ibargüen empezó a edificar su triunfo en el Paseo del Canal Grande y siguió ayer en Cinco Saltos. En el primer tramo largo a Llanos le sacó más de diez segundo a Llanos y Cancio, diferencia que después fue ampliando con el paso de los tramos.
Al final del primer rulo, Tato había logrado una ventaja que no definía nada, pero le permitía encarar el temido tramo de Allen-Fernández Oro con más tranquilidad.
Igual, fiel a su estilo, Ibargüen anduvo fuerte, no especuló nada y hasta golpeó en algunas partes su auto, buscando estirar la ventaja.
El interés de la división se trasladó a la pulseada por el segundo lugar, donde Cancio empezó a descontarle segundos a Llanos hasta que en la repetición de Aeropuerto de Roca quedó a apenas 1s 9/10.
"Yo vengo a acelerar en todos los tramos y no a pasear. No puedo llegar a la punta ni con dos motores", expresó cuando llegó al parque cerrado. ¿Tendrá respuesta? Tal vez.
FUENTE DE INFORMACIÓN: Diario "Río Negro", 18 de agosto de 2.013.
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