SOBRE NUESTRA POSIBILIDAD DE CONTINUIDAD EN LA ATENCIÓN MÉDICA.
Las Obras Sociales, PAMI en primer lugar, nos ponen al límite, y más, de nuestra capacidad.
La crisis sanitaria provocada por la pandemia tiene muchas aristas y ribetes.
Algunas tienen más visibilidad pública, tales como la cantidad de contagios, internaciones, fallecimientos, recuperados, utilización de camas, etc.
Sin embargo, existe un aspecto que es esencial y es el rol y sustentabilidad de los prestadores privados, que constituyen el principal pilar de atención en la provincia de Río Negro.
En efecto, entre el 60% y el 70% de las internaciones, tanto Covid, como otras patologías de urgencia y emergencia, dependiendo de la zona, se realizan en las clínicas y sanatorios.
Y tenemos, en este aspecto, una situación de tal precariedad, que, a esta altura, torna, por lo menos, en un panorama de mucha incertidumbre en el cortísimo plazo.
Transcurridos catorce meses de pandemia, el desequilibrio económico generado en los centros privados de internación fue altísimo, habiendo llegado, en esta instancia, a situaciones límites en todo el país, que ya han provocado el cierre de clínicas, y situaciones de altísimo riesgo de llegar a ese límite, en muchas instituciones.
El problema de fondo es la depreciación sufrida en los precios de los servicios a partir de la falta de reconocimiento de los aumentos de costos, por parte de las obras sociales y empresas de medicina prepaga.
En este sentido, la mayor incidencia en esta grave situación se origina en PAMI. Los valores actuales de esta Obra Social, que es la que mayor demanda de internación genera, no alcanzan, en términos generales, para cubrir los costos de las prestaciones médicas que se brindan.
Bastan unos pocos datos, para graficar la situación. Durante el año 2020, principalmente a partir de marzo, momento de inicio de la pandemia Covid, los costos necesarios para brindar los servicios médicos de internación aumentaron en el orden del 45%. Ahora bien, en ciertas prestaciones, como los medicamentos que se utilizan para la asistencia de pacientes internados con diagnóstico Covid en terapia intensiva, los aumentos se situaron entre un 160% y un 1.200% (analgésicos, sedantes y neurobloqueantes).
Sin embargo el año 2020 finalizó sin que PAMI actualizara sus aranceles. Recién a partir de enero de este año, y en tramos parciales que finalizarán en octubre, actualizará sus valores en un 34%. Dicho porcentaje servirá para achicar la brecha con la inflación del corriente año, pero nunca se resolvió la depreciación del 45% del año anterior. Y eso, a esta altura, ya ha tornado inviable sostener los servicios de manera integral, en las condiciones necesarias, en todo sentido.
Algunos datos puntuales, relacionados con los valores en juego para la atención de pacientes Covid en UTI, muestran el increíble desfasaje de precios:
De acuerdo a un estudio del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, el costo diario de atención se sitúa entre $90.000 y $120.000. Estos valores se asemejan a los de esta región, con el agravante de que muchos costos, como los salariales, se ven aumentados por pertenecer a la Zona Patagónica.
En línea con los valores mencionados, en la Provincia de Neuquén, el Ministerio de Salud fijó valores de módulos por día de internación en terapia intensiva en $90.000 y $140.000, según sea con o sin asistencia respiratoria mecánica. Y con estos valores de referencia, compensa económicamente a las clínicas por encima de los valores que Pami paga
Mientras tanto, los valores modulados que PAMI paga son $41.900 y $46.500, con y sin ARM, respectivamente
Para dar una referencia, el precio de compra de medicamentos para sedoanalgesia que se utilizan en terapia intensiva para pacientes con ARM está en el orden de los $42.000, aún con los precios máximos establecidos para estos insumos por parte del Gobierno Nacional. Es decir que el módulo, en el mejor de los casos, alcanzaría para la compra de esos medicamentos. Quedando todo el resto de los costos (sala de terapia, médicos, enfermería, material descartable, prácticas de laboratorio, diagnóstico por imágenes, mantenimiento, limipieza, equipos, etc.) sin poder ser retribuidos.
En la Provincia de Neuquén, este tremendo desfasaje ha sido resuelto, al menos en la internación por casos de Covid, por el Ministerio de Salud. Pero en Río Negro las clínicas y sanatorios contamos solamente con el módulo de PAMI.
Estos datos relacionados con la atención médica por la pandemia muestran el descomunal atraso de aranceles de la mencionada Obra Social, pero el problema de falta de ajuste de aranceles afecta a todas las prestaciones
Como consecuencia de esta situación, uno de los principales centros prestadores de la región, en Río Negro, ha notificado a PAMI la rescisión del convenio, con el preaviso necesario, ante la imposibilidad de poder mantener las prestaciones de una manera responsable. Se llega a esta situación luego de haber agotado todas las vías posibles para resolver el problema. Es probable que esta situación se expanda
Si bien PAMI es el caso de mayor impacto en la crisis económica de estas instituciones, el escenario con las Obras Sociales, y, particularmente con las empresas de Medicina Prepaga es también grave. Sin alcanzar la magnitud que tiene en PAMI, el problema de depreciación de precios existe aquí también.
Una mención específica merece el problema en relación a IPROSS. El gran atraso en los pagos y la falta de ajustes en los precios, también ha llevado a que la atención a afiliados a dicho Instituto transite por instancias muy inestables, de incierto futuro.
Todo esto ocurre al mismo tiempo que la demanda de internación por casos Covid, particularmente para terapia intensiva, está desbordada, superando nuestra capacidad de respuesta.
Todo el personal, médicos, enfermeros, maestranza, mantenimiento, administrativos y personal en general, se encuentra cansado, agobiado luego de tantos meses de trabajar bajo tensión. Sin embargo, la falta de acompañamiento de PAMI, principalmente, con un aumento de aranceles que acompañe, impide poder afrontar una nueva instancia de paritarias de Sanidad, que permitiría un justo aumento de los sueldos de quienes sostienen día a día el funcionamiento de nuestras estructuras de servicios.
En este contexto, las clínicas y Sanatorios alertamos a las autoridades Provinciales, Nacionales, funcionarios y directivos de las entidades financiadoras ante el impredecible y riesgoso escenario que tenemos a pocos pasos. La gravedad es tal, que lo que está en juego es nuestra capacidad para continuar prestando la asistencia médica de una manera segura, o, inclusive, en algunos caos, simplemente de seguir funcionando.
HOSPITAL PRIVADO REGIONAL (Bariloche) SANATORIO SAN CARLOS (Bariloche)
SANATORIO RIO NEGRO (Cipolletti) POLICLINICO MODELO (Cipolletti)
CLINICA ROCA (G. Roca) SANATORIO JUAN XXIII (G. Roca)
IMEPA (Choele Choel) CLINICA CENTRAL (V. Regina)
CLINICA VIEDMA (Viedma) CLINICA CRUZ DEL SUR (R. Colorado).
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