lunes, 2 de mayo de 2016

Vecinos reclaman por la contaminación del Salado.

El arroyo Salado al igual que la Ruta 22, divide en dos a Villa Regina, y si bien forma parte del paisaje natural con el que se encontraron los colonos cuando llegaron a estos parajes, la acción de los hombres transformó este curso de agua en un tema de preocupación por la sanidad del mismo.
Residuos de todo tipo arrojados a su interior, más el volcado de efluentes, en algunos casos hecho por el mismo municipio, hacen que su condición sea un tema de preocupación para varias instituciones de la localidad que desde hace tiempo vienen solicitando se ejecuten en él tareas que permitan una recuperación adecuada y aprovechamiento del curso de agua.
El pedido del grupo de instituciones tuvo como resultados la realización de un estudio sobre el curso de agua que llevó adelante el Consorcio de Riego y Drenaje de Villa Regina, General Enrique Godoy y Chichinales, y la intervención de la Defensora del Pueblo, Nadina Díaz, que certificó la contaminación con diferentes tipos de elementos.
Inversión millonaria
De acuerdo a los estudios que se realizaron, concretar la tarea de limpieza y recuperación del arroyo demandaría una inversión de varios millones de pesos, aporte que ya fue solicitado al gobierno provincial, aunque hasta el momento no se logró conseguir el financiamiento para la ejecución de los trabajos.
El arroyo no solo afecta por su condición a los vecinos de Villa Regina, sino que también los de Godoy y Chichinales y las población ubicadas aguas abajo se encuentran afectadas por los efluentes que se vuelcan sobre él y que posteriormente se dirigen hasta las aguas del río Negro.
Precisamente el arroyo es un brazo natural del río Negro y tiene su nacimiento en jurisdicción de Ingeniero Huergo para luego recorrer casi 35 kilómetros, gran parte bordeando la margen sur de la Ruta 22, para finalmente desembocar en el río en la zona conocida como Cerrito de Piedra en jurisdicción de Chichinales.
Si bien cuando los colonos que comenzaron a poblar estas tierras se encontraron con este curso de agua, el cual junto las subidas y bajantes del río provocaba la inundación de distintos sectores, tanto productivos como poblados, el accionar de las personas comenzó a domarlo, pero también a contaminarlo.
En la zona de Villa Regina, específicamente, durante muchos años fue tomado como si fuera un basurero. (Fuente: Pablo Accinelli / diario Río Negro).
Publicado en Reporter Patagonia - 2/5/2016. http://reporterpatagonia.com/

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