domingo, 22 de mayo de 2016

Las deudas ponen en jaque al riego en el Alto Valle. Más de 73 millones de pesos les deben productores y empresas a los Consorcios de Riego. El mantenimiento de los canales es pésimo y trae graves consecuencias.

73.321.957 pesos –en números exactos– son los que desvelan a los siete Consorcios de Riego del Alto Valle que se encargan de administrar el sistema en toda la región. Es decir, hacen lo posible y lo imposible para que llegue el agua adonde efectivamente debe llegar: a las chacras. Para producir. Son más de 73 millones de pesos de deuda (a la fecha) que productores y empresas de la región mantienen con cada uno de los entes y que hoy los tienen entre la espada y la pared.
Villa Regina, Roca y Cipolletti, son las que más acumulan deudas, pero no las únicas. Ni de hoy, ni de ayer. Hay facturas de regantes vencidas desde hace más de 20 años.
Si hubiera que trazar una radiografía general del sistema, dos datos bastan: en Cinco Saltos, por ejemplo, de 646 usuarios del riego solo 39 son los que pagan cada bimestre y están al día. Y en Cervantes el valor del canon por bimestre es de 60 pesos por hectárea pero el grueso de los productores y empresas tampoco los paga.
“Por día, el agua vale menos de 2 pesos... porque en Cervantes no actualizamos el canon desde hace tres años, pero así y todo nadie paga”, lamentó el productor Damián Galán, que se acercó a ayudar como vocal suplente y de buenas a primeras –“como no quedaba nadie”, contó– quedó a cargo.
Las consecuencias están a la vista: kilómetros y kilómetros de canales “estropeados”, “descuidados” y “sucios” por “tareas de limpieza que se hicieron como pudieron”. ¿Esto qué significa? Roturas, desborde, inundación de calles, aumento de las napas... que terminan afectando a cualquiera (no solo productores) y escasez de agua en superficies que están en la cola del sistema.
“Esto no es nuevo, es la crónica de la crisis anunciada”, tradujo un chacarero roquense con más de 40 años de trabajo en la fruta. El gobierno provincial prometió medidas para apuntalar a los consorcios pero para muchos de los presidentes de los entes consultados, no son más que una expresión de buenos deseos. Casi como el aliento de una hinchada de fútbol, deslizaron por lo bajo.
“Mucha promesa y poca realidad”, sintetizó el titular del Consorcio de Allen y Fernández Oro, Carlos Zanardi. “Es que no hay nada formalizado. Nada escrito, ni nos han notificado...”, coincidió Vanesa Funes, gerenta del ente de Roca.
En Allen y Fernández Oro, según datos a los que pudo acceder “Río Negro”, donde se mantiene en funcionamiento el servicio para casi 9.500 hectáreas la deuda supera los 9 millones de pesos. En Roca, donde en comparación con otros consorcios el porcentaje de cobro es levemente superior, el pasivo supera los 14 millones de pesos y en Cipolletti asciende a 12,3 millones. Los que más deben en forma crónica son productores a pequeña escala y propietarios de chacras abandonadas, se indicó.
Lorenzo Mora, intendente general de Riego del DPA se reunió días atrás con los representantes de riego de la zona y trató de despejar dudas.
Dijo que “se trabaja en varios ejes” que son “parte de una ayuda real”. Habló de tres puntos: una alternativa destinada a iniciar la gestión de cobro no solo de deudas, también del servicio por medio de la Agencia de Recaudación Tributaria provincial. “Se hicieron reuniones de trabajo y en general hubo aceptación, pero es algo que se proyecta a mediano plazo”, aclaró Mora.
“Los plazos son lógicos en función de los trabajos previos que se necesitan. Por ejemplo contrastar y compatibilizar el padrón de usuarios. A la vez contractualmente los consorcios, por medio de un contrato de concesión que se firma con el gobierno de la provincia, por medio del DPA, tienen delegada la gestión de cobro, de facturación y demás. Entonces hay que hacer adendas, modificaciones... Lleva tiempo pero es una alternativa viable. Hoy por hoy está en discusión con los consorcios para que ellos presten conformidad”, señaló.
El funcionario del DPA aseguró además que se destinará un aporte que “ya está presentado porque es decisión del gobernador (Weretilneck)” para el mantenimiento y mejoramiento de los canales “que va a salir para este año” de 10 millones de pesos para el Alto Valle. “Es un paliativo”, dijo, que se entregará en cuatro cuotas, aunque los regantes cuestionaron que el dinero no llegará a tiempo para realizar las tareas de limpieza “que tienen que empezar ya”.
Y un tercer punto para “rescatar” el sistema consistirá –se piensa para el año próximo– en “una ayuda en concepto de masa salarial” y se descartó transferir el personal a una empresa del Estado. El costo salarial es el de mayor impacto para estas asociaciones, representa entre un 60 y 70% de sus ingresos.
Frente al avance urbano, la superficie productiva bajo riego está sufriendo cambios drásticos. El número de chacras abandonadas y loteadas crece y los usuarios del servicio “muchas veces no son bien informados sobre el derecho al agua”, no pagan y acumulan deudas. En Cipolletti, Roca y Regina se advierte la misma problemática que, a menudo, termina en un desempadronamiento.
Publicado en Diario "Río Negro", domingo 22 de mayo de 2016.

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