Juntos Somos Río Negro obtuvo un rotundo triunfo en las PASO del domingo pasado. El partido del gobierno rompió la polarización nacional y ofreció a los rionegrinos un camino alternativo. Ahora, el oficialismo piensa acrecentar este espaldarazo en noviembre. Hay entusiasmo, pero también cautela. Advierte que no puede «dormirse en los laureles».
Sólo la derrota de Cipolletti (bastión de Alberto Weretilneck) empañó este logro, tanto por su importancia como enclave del Alto Valle, como por el revés infringido por Aníbal Tortoriello, adversario principal de JSRN.
Sin embargo, Juntos disfruta del apoyo del electorado y mira al 2023 con confianza. A las pocas horas de conocidos los resultados, surgieron consideraciones sobre la paternidad del triunfo, un debate estéril y sin sentido que le baja la cotización al voto de los rionegrinos. En todo caso, hubo una combinación de esfuerzos en el oficialismo: nadie puede desconocer la conducción de Weretilneck como padre del armado electoral de Juntos, ni se puede obviar que en el electorado hubo un reconocimiento a la gestión de Arabela Carreras, y un denodado trabajo territorial de Intendentes y Comisionados de Fomento.
Ahora JSRN tiene que consolidar este triunfo (que fue inesperado), y ser de nuevo alternativa ante la disputa de los dos partidos nacionales que hegemonizan la política. Para ello, deberá ir en busca de quienes no participaron en las Primarias o recurrieron su voto o pusieron el sobre sin boletas.
Juntos por el Cambio dirimió su interna en las PASO, y espera repetir las elecciones del domingo (que sumado las tres listas lo ubicaron segundo) y también sumar algunos votos más. Es la oportunidad de amalgamar internamente el liderazgo del ganador, Aníbal Tortoriello, en tanto que también resuelve la candidatura del espacio a la gobernación. El ex intendente de Cipolletti anunció que será parte de la compulsa en 2023.
La diferencia que tiene el macrismo con el FdT es de poco más de 7000 votos. ¿Hacia dónde estará dirigido el discurso de campaña próximo? Seguir polarizando con el gobierno nacional o procurar convencer a los votantes de JSRN que la prioridad es derrotar definitivamente al kirchnerismo, como les gusta proclamar.
El electorado interpretó que todo lo conseguido de Nación fue mérito del gobierno de Arabela Carreras. Las visitas de los ministros nacionales, incluso del propio presidente Alberto Fernández a Río Negro, tuvieron casi en exclusiva la foto con la mandataria provincial, anfitriona excluyente.
De esta manera apostar todo a la marca fue un riesgo. Poner el peso de la camiseta por sobre la valoración de los candidatos terminó en sorpresa. La inflación, desocupación, pobreza, el deterioro salarial y la situación de los jubilados no son temas de incumbencia del gobierno de Río Negro. El problema es la economía y esta no es responsabilidad de Juntos.
Con pensar que Sierra Colorada emerge destacada en el resultado electoral, está todo dicho. En Roca, el peronismo ganó por apenas cinco puntos, a pesar de tener a José Luis Berros, como segundo candidato (quiso ser primero) y contar con Martín Soria, en el gabinete nacional. El ciudadano roquense también evaluó la gestión municipal y el desempeño de la intendenta María Emilia Soria, en tiempos crudos de pandemia. Tampoco funcionó la “marca Soria”.
El peronismo perdió en cuatro municipios y en los seis, en donde ganó, la diferencia no fue notable y en muchos se votará próximamente para los Concejos municipales. También fue derrotado en todas las Comisiones de Fomento, que en la suma representan más de 7 mil votos.
No toda la dirigencia y las estructuras del peronismo jugaron de la misma manera. Hubo ausencias que algunos justificaron en la falta de convocatoria. Hay un 10 por ciento de votantes que no participó. A la falta de interés se sumó, quizás, el hecho que al no haber internas y con candidatos acordados previamente, no tenía sentido concurrir a las urnas, situación que el FdT tendrá que revertir en noviembre.
El armado del senador Martín Doñate sufrió un revés, encapsulado en la estrategia de La Cámpora. Perdió -una vez más- en su ciudad (Luis Beltrán) y quedó en jaque su proyecto de ser candidato a gobernador en 2023.
Los votos que perdió el FdT tiene que ir a buscarlos casa por casa. Depende no sólo de la estrategia nacional, sino de la nueva campaña a poner en marcha en estos dos meses. Buscará su recuperación en los 30 mil electores que no fueron a votar o votaron en blanco o impugnaron su voto.
Desde el peronismo se reclama una amplia convocatoria, sin distinciones.
La crisis por la que transita el gobierno nacional no ayuda. ¿Se podrá revertir esta situación y despertar el entusiasmo de sus votantes?
Hay mal humor, rostros de enojo y preocupación. Los intendentes se autoconvocaron. Estarán los que ganaron como Sierra Colorada, Roca, Cervantes, Campo Grande, Chimpay y Lamarque y los que perdieron, Godoy, Chichinales, Conesa y Cinco Saltos. Por otra parte, se prepara un encuentro del Consejo Provincial del PJ ampliado con las representaciones institucionales.
La dirigencia pide debate y discusión sobre lo sucedido. “Hay que convocar a todo el peronismo” se escuchó decir en el bloque de legisladores. En el río revuelto la senadora Silvina García Larraburu -a horas de conocida la derrota- lanzó su candidatura a la gobernación para el 2023, actitud muy criticada en el Frente de Todos. No ayuda. Pero preanuncia lo que puede deparar el escenario del futuro.
El massismo también se ofrece para liderar el proceso que viene. En Río Negro será organizado el Frente Renovador Justicialista, como sector dentro del PJ. Claudio Thieck, referente del espacio está muy movedizo y este sector trabaja en la provincia interrelacionándose con intendentes, y acercando aportes nacionales.
Tampoco esto es casual en el marco nacional y la situación que vive internamente el gobierno de Alberto Fernández, que en las últimas horas logró consensuar con la vicepresidenta Cristina Fernández de Krichner un nuevo Gabinete. La Casa Rosada espera recuperar terreno en los distritos propios donde fue derrotado el domingo, en especial la provincia de Buenos Aires. Irá por la el NOA, el NEA y la Patagonia. Sabe que sus votantes no estuvieron en la PASO, que no hubo un corrimiento a la derecha ni que se refugió en el macrismo.
¿Podrá recuperarse? serán claves los próximos pasos y medidas.
En Río Negro esperan desplazar a Juntos por el Cambio al tercer lugar, ya que descuentan un triunfo de JSRN en noviembre.
PUBLICADO EN ADN RÍO NEGRO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario