miércoles, 20 de agosto de 2014

En Otto Krause todavía esperan el proyecto Vale.


El poblado está a cuatro km de Chichinales. 
Pasaron dos años desde que la iniciativa se frenó.

Pobladores del barrio Otto Krause tienen esperanzas que el proyecto sea reflotado y se genere la esperada ocupación de mano de obra. El barrio está ubicado al norte de la autovía de la Ruta 22 a cuatro kilómetros al oeste de Chichinales.
Cuando hace poco más de tres años la empresa minera de capitales brasileños Vale presentó su proyecto de inversión para explotar una mina de potasio en la zona sur de Mendoza, en la localidad de Malargüe, y en forma conjunta un proyecto de inversión para la construcción de un nuevo tendido ferroviario que atravesaría gran parte del territorio rionegrino hasta proximidades de Chichinales, muchas fueron las expectativas por la generación de empleo.
Esta misma expectativa la vivieron los pobladores del barrio Otto Krause, ubicado muy cerca del punto en el que la minera había previsto construir la playa de maniobras para que las formaciones ferroviarias con el cargamento de potasio ingresaran al ramal que explota la firma Ferrosur, para desde allí circular hasta el puerto de Bahía Blanca, donde el mineral sería embarcado rumbo a Brasil.
Sin embargo desde hace casi dos años los vecinos de esta barriada mantienen las esperanzas de que el proyecto sea reflotado, y con esto cambie totalmente la situación de los pobladores que veían con buenos ojos la llegada de la inversión, no sólo por la posibilidad de contar con un trabajo en el área de la construcción, sino también por las inversiones que la empresa había anunciado para mejorar el barrio.
En septiembre se cumplirán dos años desde que la empresa levantó el proyecto de inversión, dejando en el lugar sólo una parte de la playa de maniobras que estaba en construcción, junto a contenedores que actualmente se encuentran vacíos, una importante cantidad de rieles y durmientes de hormigón. El predio es de poco más de cinco hectáreas.
De las inversiones previstas para el barrio, muy poco fue lo que recibieron los vecinos. En el corto tiempo en el que se trabajó en el lugar, ocuparon a un reducido grupo de obreros, mientras que el grueso esperaba su oportunidad de ingresar.
"Hace cinco años atrás, en el barrio vivían pocas familias, alrededor de 100 personas, pero luego comenzó a crecer y con el proyecto del tren muchas familias se radicaron con la esperanza de un trabajo, y ahora contamos con cerca de 500 familias", comentó Oscar Santos, presidente de la junta vecinal del barrio Otto Krause, que al igual que muchos vecinos espera que el proyecto sea reflotado.
Señaló que "la mayoría de los vecinos trabajan en las chacras, por lo que cuando llegó el proyecto del tren, casi todos se presentaron para ver si los tomaban. La empresa había anunciado que iba a haber ocupación de trabajadores del barrio", pero esto no se cumplió y llevó a los vecinos a realizar un piquete en la entrada del obrador, el que se mantuvo por dos semanas, y a través del cual se consiguió que sólo seis fueran ocupados.
La ocupación de mano de obra no era el único beneficio que esperaban recibir, sino que también representantes de la empresa en encuentros que mantuvieron con autoridades municipales habían anticipado obras para el barrio, como la construcción de un nuevo centro comunitario y un puesto de salud, un playón para actividades deportivas, e incluso la posibilidad de realizar el tendido de la red de gas. Muy poco de eso se hizo realidad. 

Publicado en Diario "Río Negro".

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