La plataforma de poda y cosecha en fruticultura ganó dos
premios CITA - EL ORO A LA INNOVACIÓN ES PATAGÓNICO Y ESTÁ EN EL ALTO VALLE.
Un desarrollo tecnológico del INTA Alto Valle, la Facultad
de Agronomía de la Universidad Nacional del Comahue y la empresa Pazima SA
obtuvo el galardón de Oro CITA a la mejor innovación del país, y el premio CITA
a la innovación tecnológica en el rubro cultivos intensivos. Se trata de la
primera plataforma automotriz argentina en serie para poda y cosecha en
fruticultura desarrollada en la localidad de Villa Regina, Río Negro por la
firma y las instituciones mencionadas, con apoyo financiero de la empresa frutícola
La Deliciosa SA.
La ceremonia de entrega de premios fue realizada ayer en el
Predio Rural de Palermo ante la presencia de personalidades destacadas,
empresarios, representantes de instituciones y medios de comunicación
especializados. Según manifestaron el Dr. Carlos Magdalena (INTA Alto Valle) y
el empresario Pedro Pasin (Pazima), inicialmente su innovación había sido
ternada en el rubro “cultivos intensivos”, donde obtuvo el primer lugar. “La
sorpresa llegó promediando el final de la ceremonia, con el anuncio de que la
plataforma norpatagónica había sido galardonada con el CITA de oro a la mejor
innovación del país, entre catorce obtenciones premiadas, la mayoría de la
región de la Pampa Húmeda”, contaron con orgullo.
El premio CITA (Centro Internacional de Innovación en
Tecnología Agropecuaria) es un reconocimiento consagrado y de trascendencia
internacional para empresas e investigadores. Destaca a los desarrollos que más
contribuyen a lograr la eficiencia productiva sustentable en el agro, en
catorce rubros, entre ellos, maquinaria agrícola, equipamiento y cultivos
intensivos. Un Comité de Expertos conformado por profesionales independientes
de reconocida trayectoria evalúa las presentaciones y define a los ternados y a
los ganadores de cada rubro. En el caso de la plataforma, además de mencionar
su aporte a la actividad frutícola, el jurado también hizo énfasis el “impacto
social que genera sobre la calidad del trabajo”. La plataforma automotriz
“Ceres” para poda y cosecha de frutales es una tecnología que permite mejorar
la calidad de las labores en el monte frutal y reducir costos operativos,
además de aumentar la productividad hasta en un 50 por ciento en algunas
prácticas.
“Nos sentimos muy honrados con este premio, como empresa y
como grupo humano en el que estamos integrados junto a las instituciones del
sector”, manifestó Pasin, al tiempo que Magdalena recalcó que “el ganador aquí,
además de la innovación, fue el trabajo conjunto”. Para los galardonados,
trabajar interinstitucionalmente fue la clave para el logro de los objetivos
planteados hace dos años, cuando firmaron un convenio para el desarrollo del
primer prototipo de plataforma. La confianza, el saber técnico, el aporte
metodológico y la suma de capacidades fueron las fortalezas que cada uno aportó
desde su lugar para la consecución del proyecto.
En cuanto a los planes para el futuro, el grupo está
avanzando en el autoguiado de la máquina, para lo cual se están trazando
acuerdos con empresas especializadas, y se aspira a realizar mapas de
rendimiento para fruticultura de precisión.
Usos, rendimientos y características técnicas de la
plataforma.
La primera plataforma automotriz nacional en serie para
fruticultura es una ayuda mecánica diseñada para la poda, cosecha y raleo en el
monte frutal, y “con el uso de los primeros prototipos demostró ser versátil
para otras labores en altura”, expresaron los fabricantes. Entre otras
ventajas, reemplaza la forma tradicional de cosecha en los valles de la región,
que se efectúa con altas y pesadas escaleras de hasta 30 kilogramos, tarea que
presenta múltiples riesgos para la seguridad de los trabajadores y requiere de
mano de obra con un importante estado atlético. Estudios locales demostraron
que para cosechar una hectárea se realizan de 1.750 a 2.500 movimientos de la
escalera: se sube o baja de 6.250 a 12.500 veces y se caminan desde 45 a 130
kilómetros.
Como contrapropuesta a este esquema, con la plataforma los
riesgos se reducen notablemente y se mejora la calidad del trabajo, porque los
operarios están de pie sobre una superficie que se desplaza por sí misma, lo
que les brinda comodidad, estabilidad, reducción de fatiga y libertad de
movimientos. “Esto redunda en una mayor regularidad en la jornada y un aumento
de hasta el 50 por ciento en la productividad en algunas labores como la poda y
el raleo, dependiendo del manejo y la logística de cada establecimiento”,
manifestó Carlos Magdalena. Por otra parte, se han comprobado mejoras en la
calidad de la poda y la cosecha, y mediante el uso de esta ayuda mecánica se
reduce el daño por golpes en la recolección de las variedades más sensibles de
manzana y pera.
“Además- agregó el representante del INTA- ante la tendencia
mundial de escasez de mano de obra para las tareas manuales en fruticultura, la
plataforma amplía la base laboral a otras personas que antes no estaban
preparadas para las exigencias físicas del trabajo con escaleras”.
Como detalles técnicos a destacar, la plataforma es móvil,
por lo cual no necesita de un tractor para moverse. Consta de un sistema de dos
niveles, a uno y a dos metros del suelo, donde se pueden ubicar desde cuatro
hasta ocho operarios. Según el Dr Alcides Di Prinzio (Universidad Nacional del
Comahue), “la máquina lograda es ‘amigable’ con el cultivo, de bajo nivel de
ruido y vibración, sencilla pero a la vez compleja en su diseño”. Actualmente
se están desarrollando diez equipos para comercializar en establecimientos
frutícolas del Alto Valle.
Fuente de información e imágenes: Gacetilla de Prensa Estación Esperimental del Alto Valle – zona rural
de Allen del INTA.
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