lunes, 27 de enero de 2025

Las bodegas de Río Negro apuntan a la calidad y al enoturismo para dar un nuevo paso en su evolución.

 


Las bodegas de Río Negro apuntan a la calidad y al enoturismo para dar un nuevo paso en su evolución.

Con una producción marcada por la pequeña escala pero con vinos de muy buena calidad, la articulación turística entre las bodegas y con otras actividades económicas es clave para crecer.

Por Néstor Pérez / Diario Río Negro.

Marcelo Miras y Andrés Rosberg recorren los viñedos en Mainqué y hablan de la “transformación en la vitivinicultura” rionegrina en los últimos años. (Foto: Andrés Maripe).

Las bodegas de Río Negro son tan disímiles como el territorio que abarcan. La vitivinicultura en la provincia se desarrolla desde la cordillera a la costa, pasando por los valles regados por el generoso río Negro. Y en ese recorrido que a veces acompaña al caudal del río, decenas de empresas están buscando un camino que hoy está directamente relacionado con el turismo.

Enoturismo es la palabra que mencionan todos los referentes consultados por Río Negro. Es el camino, remarcan, y aseguran que la calidad de los vinos que se producen en Río Negro está más que probada, pero que ahora se necesita aceitar la llegada a los consumidores y hacer funcionar con fluidez el Camino del Vino, la ruta de visitas que discurre entre las bodegas rionegrinas. Otro tema que plantean es la necesidad de trabajo conjunto con cámaras empresarias, porque la hotelería y la gastronomía son claves para generar el circuito.

“La calidad de nuestros vinos ya está probada y tiene el reconocimiento nacional e internacional”. Pero el enoturismo está en “pañales”. Marcelo Miras, de Bodega Miras en Mainqué.

“Río Negro ha venido teniendo una transformación de su viticultura desde hace muchos años”, señaló Marcelo Miras, enólogo y referente ineludible de la actividad vitivinícola de la provincia. Mendocino pero con 35 años en la región, Miras siempre habla de “nosotros” cuando hace referencia a bodegueros de Río Negro. Cita a la bodega Humberto Canale (en la que trabajó cuando llegó al Valle) como la pionera en elaborar vinos finos y señala que ese camino abierto hoy llevó a los productores a abordar la viticultura “respetando el origen, la tradición y las variedades de la zona, pero dándole una impronta hacia la producción de calidad”.

Miras tiene su viñedo con una pequeña bodega garage en Mainqué. La chacra tenía plantas antiguos que el mismo recuperó y de los que se ha nutrido parte de la producción de los vinos que llevan como marca su apellido.

En una charla con Río Negro, a la que se unió Andrés Rosberg, uno de los sommeliers más importantes del mundo, Miras indicó que “la calidad de nuestros vinos ya está aprobada y tiene el reconocimiento nacional e internacional”. Pero señala que aún se está en “pañales” en el enoturismo.

“Hicimos esta sala para entrar en turistas, pero traer turistas, no un turista por mes, la idea es traer una combi por semana como hace Mendoza”. Gustavo Favretto, bodega Fravretto de Regina.

Miras cree que el enoturismo es una de las patas de la actividad “que tenemos que apoyar y trabajar en conjunto”.

Rosberg, que visita todos los años Roca por cuestiones familiares y aprovecha para recorrer la zona y los bodegueros amigos, está entusiasmado con la recuperación de viñedos que están haciendo algunos productores en la zona de Mainqué. También cuenta que se encontró con nuevos proyectos en marcha. “Hay un gran patrimonio acá”, remarca el sommelier.

«Hay que hacer gamas medias y altas, que es donde mejor honrás y hacés lucir el potencial real que tiene la zona y es hacia donde va el mundo”. Andrés Rosberg, sommelier.

“En Río Negro el potencial es enorme para hacer calidad. Para competir en volumen y en precio no están dadas las condiciones. Hay que hacer gamas medias y altas, que es donde mejor honrás y hacés lucir el potencial real que tiene la zona y es hacia donde va el mundo”, señaló.

Al hablar del enoturismo en las bodegas de Río Negro, Rosberg indicó una vez que hay un flujo de turistas interesados por el vino en la zona es clave tener “masa crítica en las bodegas que sean interesantes de visitar”. Cree que la actividad se puede ir alimentando y ser atractiva para otros empresarios de la zona, lo que puede llevar a por ejemplo instalar un restaurante en una bodega.


Gustavo Favretto lidera la bodega familiar en Villa Regina. (Foto: Juan Thomes).

Mariana Cerutti fue designada hace pocos meses como directora de Vitivinicultura de Río Negro y tiene el concepto de enoturismo entre los principales objetivos de su gestión.

“Si bien tenemos muchas bodegas de Río Negro y que exportan a los mercados más exigentes y compiten perfectamente con miles de cualquier vino de otra parte del mundo, nuestros volúmenes son menores, por lo cual estamos buscando los nichos de mercados, que sean específicos para vinos que son de alta calidad”.

Y en el plano local y vinculado directamente con el enoturismo, la directora de Vitivinicultura señala que es inminente el lanzamiento de un plan de capacitación para todas las bodegas que hacen enoturismo.

Cerutti remarcó también la incorporación de las nuevas generaciones en la producción de vinos. “Se van metiendo en las empresas familiares y van innovando en lo que es la producción”.

Regina tuvo en su momento una importante cantidad de bodegas que paulatinamente han ido desapareciendo.


Las bodegas apuestan a combinar su producto con la gastronomía.

Dato 4.176.300 fue el ingreso de uvas a establecimientos elaboradores de vino y/o mosto de Rio Negro en la Temporada 2024.

Una de las más tradicionales es bodega Favretto, reconocida por la calidad de sus vinos en damajuana.

Desde hace poco más de 20 años comenzaron también a producir vinos finos.

En 2010 Gustavo Favretto se hizo cargo de la bodega familiar. Gustavo es nieto de Ferruccio Favretto, que llegó desde el Véneto italiano allá por 1944 y plantó las primeras viñas para una bodega que empezó a funcionar en 1948. Durante un largo camino el trabajo lo hicieron el padre y el tío de Gustavo.

Con 77 años de actividad, la bodega conserva intacta y en funcionamiento parte de la estructura en la que se elaboran los vinos en damajuana que los caracterizan y que son la parte más importante del negocio.

Pero además de la producción de vinos finos, uno de los cuales lleva el nombre de su abuelo, también se diseñó en la chacra, que está al oeste de Regina, un lugar especialmente ambientado para recibir turistas. En este salón con botellas de las variedades que comercializa la marca, hay un lugar para comer y antigüedades relacionadas con la bodega. Quienes contratan la visita guiada disfrutan de la degustación de tres vinos y una picada, mezclados con juegos relacionados con el vino.

Allí también se hacen almuerzos a pedido de los visitantes, y se planifican actividades empresariales.

Favretto remarca que para que la actividad dé un paso adelante hace falta que se conozcan más los productos de Río Negro. Y destaca al enoturismo como la piedra angular. “Hicimos esta sala para traer turistas, pero no un turista por mes, la idea es traer una combi semanal como hace Mendoza. Yo estoy preparado para recibirlo”. El desafío, dice, es cómo articular las visitas.

También remarca la necesidad de que se consuman vinos de la zona en sector gastronómico. Pero allí la competencia es feroz con los vinos foráneos que a veces ingresas a precios con los que es muy difícil competir.

Un plan de capacitación.

La directora de Vitivinicultura de Río Negro, Mariana Cerutti, adelantó que está listo un proyecto de capacitación para el desarrollo de experiencias enoturísticas en la provincia, diferenciando las zonas vitivinícolas, como son la zona andina, el Alto Valle, Valle Medio y Valle inferior.

Dentro del plan de capacitación se apuntará a la gente que está o va a trabajar en enoturismo, y a prestadores que participan de la actividad y que no necesariamente están en las bodegas.

Según indicó la funcionaria, la idea también es potenciar las capacidades de los diferentes actores del turismo dentro de la red del enoturismo.

Cerutti indicó que se apunta también a ayudar a las bodegas a que desarrollen “experiencias innovadoras, diferentes y sostenibles en el tiempo, para poder ofrecer diferentes actividades”.

“Es algo único en el mundo una provincia que tenga la posibilidad de tener bodegas desde la cordillera hasta el mar y lo tenemos que aprovechar”, destacó la directora de Vitivinicultura.

Mainqué, el paraíso de los viñedos antiguos en Río Negro.

Situada prácticamente en el centro del Alto Valle, Mainqué tiene en sus chacras viñedos de una antigüedad y calidad que no dejan de sorprender a los enólogos y especialistas del mundo del vino.

Plantadas a mediados del siglo pasado, muchas hectáreas de viñedos fueron abandonadas o desmontadas, pero en los últimos años hay una paulatina recuperación de estas “joyas” olvidadas.

Esta riqueza histórica que destacan tanto Marcelo Miras como Andrés Rosberg, llevó a que en Mainqué se instalaran bodegas como Chacra, Noemia o Aniello, todas productoras de vinos de alta gama.

Miras desarrolló en este lugar su viñedo y una bodega garage que muestra con orgullo. El resto de su producción la elabora en Fernández Oro.

En la entrada de la chacra que está al norte de Mainqué, a poco más de un kilómetro del pueblo, se pueden ver los parrales antiguos que el enólogo mendocino atesora. A medida que se avanza en el viñedo, aparecen las variedades más nuevas. 

Si uno recorre Mainqué, e incluso desde la Ruta 22, se ven sus viñedos reverdecidos.

Eso sí, también asoma el maíz y los frutales siguen siendo mayoría. Porque el Valle hoy es cada vez más diverso. Y eso está bien dice Miras y menciona una plantación de maíz frente a su chacra con la que convive sin problemas.

Publicado en Diario Río Negro.

Lunes 27/01/2025.

https://www.rionegro.com.ar/economia/las-bodegas-de-rio-negro-apuntan-a-la-calidad-y-al-enoturismo-para-dar-un-nuevo-paso-en-su-evolucion-3977196/ 

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