viernes, 7 de enero de 2022

Hacia un manejo integrado de la chacra. Distintos emprendimientos suman ovejas a la chacra frutihortícola para avanzar hacia la integración del sistema productivo.

 

En los orígenes de la colonización del Valle, los nuevos pobladores introdujeron distintas actividades productivas frutihortícolas y ganaderas asociadas a sus hábitos de consumo. Con el paso del tiempo, los colonos abandonaron gradualmente la producción animal para adoptar un modelo productivo regional casi exclusivamente frutícola que les proporcionaba mayor rentabilidad.

En la actualidad, cada vez son más los establecimientos rurales a pequeña, mediana y gran escala, que optan por formas de producción orgánicas y/o agroecológicas –libres de insumos químicos– que integran la biodiversidad a los sistemas agropecuarios y garantizan la sustentabilidad a largo plazo. En ese camino, algunos deciden avanzar un paso más y optar por diversificar las producciones con la incorporación de nuevos cultivos y diferentes animales.

En esa senda, se encuentra el emprendimiento agroecológico “Buena Vida” en Vista Alegre – Neuquén– a cargo de Martín Acuña y Mónica Zapata que cuentan con tres hectáreas de producción hortícola donde también producen vid, tienen colmenas, frutales y, recientemente, incorporaron unas 10 ovejas y un carnero para integrar a la chacra.

“Dentro del sistema agroecológico, vamos evolucionando en la forma de producir y empezamos a ver que necesitábamos una fuente continua de guano para aumentar la recirculación de nutrientes dentro del establecimiento. Investigamos varias producciones y decidimos incorporar ovejas”, señaló Martin Acuña, productor y emprendedor de la chacra “Buena Vida”.

Esta práctica presenta ventajas frente al uso de maquinarias que preparan el suelo para los cultivos. “Con el uso de boyeros eléctricos, ingresamos las ovejas para pastorear y de 3 a 4 días limpian cerca de 1.000 metros cuadrados”, explicó el productor, y agregó: “las ovejas disminuyen a la mitad las horas de trabajo e, inmediatamente, podemos preparar el suelo para sembrar”. Es importante señalar que en esos lotes los cultivos que se siembran tienen un ciclo que respetan los tiempos entre abonado y cosecha.

La incorporación de animales a la chacra no requiere de grandes obras de infraestructura. La chacra de Vista Alegre inició con un pequeño corral que luego se mejoró con cerramiento y se instaló un sistema de boyeros eléctricos para guiar a las ovejas y delimitar los sitios de pastoreos.

Martin y Mónica empezaron con un pequeño rebaño para ir adaptando el manejo, la demanda de tiempo y mano de obra, y validando los análisis previos de capacidad de carga del establecimiento. El alimento para los animales está asegurado, ya que en primavera y verano cuentan con varias especies forrajeras y algunos verdeos de inviernos para los meses más fríos en donde escasean las pasturas.

“El manejo de los espacios comunes es mejor con las ovejas, ya que al pastorear paulatinamente durante varios días, generan menor disturbio sobre los corredores biológicos en donde permanecen los insectos que actúan como enemigos naturales de las plagas”, señaló Acuña, y remarcó que el uso de la desbrozadora o motoguadaña generan un disturbio instantáneo.

Según explicó Marcelo Gonzalez, profesional del INTA Centenario, el acompañamiento técnico en esta chacra comenzó hace cinco años con los primeros pasos hacia la transición agroecológica. Hoy se complementa con esta experiencia en evaluación que es incipiente en la zona y que favorece el manejo integrado del lugar.

De acuerdo con Santiago Domini, profesional del INTA Cipolletti, el pastoreo y su buen manejo conlleva una serie de beneficios como la disminución del uso de energía externa al sistema, la mejor distribución del bosteo evitando las concentración y contaminación de napas, la “fertilización natural” de las pasturas y cuadros destinados a horticultura. Además, con buen manejo se logra una mejora sustancial en la recirculación de nutrientes y el balance de emisión-secuestro de carbono.

“Los ovinos, caprinos y porcinos suelen utilizarse para pastorear montes frutales en producción, entre la finalización de la cosecha y finales de invierno para evitar posibles contaminaciones de la fruta a cosecha, y daños en las estructuras fructíferas de la planta”, dijo Domini, y agregó: “Hay experiencias locales y en otras regiones con pequeños rodeos en chacras frutihortícolas que combinan pastoreo directo con alimentación a corral”. Al respecto, el técnico del INTA remarcó la importancia de la asistencia técnica para realizar un buen manejo del pastoreo.

De acuerdo con los profesionales, el pastoreo entre los montes frutales, así como la integración de algún tipo de ganado integrado en el esquema de rotación de cultivos hortícolas, permite reducir el combustible y los insumos químicos y mejorar el control de la erosión, la eficiencia del uso del agua, la fertilidad del suelo y el ciclo de nutrientes y además producir proteína animal de calidad

Estas estrategias tienen una importancia particular en la construcción y consolidación de modelos de producción integrados que atenúen los riesgos que conlleva realizar un único cultivo y que permiten una mayor estabilidad del sistema productivo-familiar.

Artículo publicado en el suplemento Pulso del Diario Río Negro, el martes 4 de enero de 2022.

Por: Santiago DOMINI – domini.santiago@inta.gob.ar y Marcelo GONZALEZ – gonzalez.marceloraul@inta.gob.ar

Web link: Hacia un manejo integrado de la chacra

Estación Experimental Agropecuaria Alto Valle “Ing. Agr. Carlos H. Casamiquela”

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